Jorge Luchsinger (Ind. UDI), Marcelo Carrasco (Ex DC, Ind. FRVS), Genoveva Sepúlveda (UDI) y Cristián Neira (Republicanos) buscan llegar al Parlamento. Como consejeros regionales tuvieron un rol clave en la aprobación de recursos, la fiscalización y la representación ciudadana, pero durante la crisis de los convenios optaron por un hermetismo que aún resuena en la región.
El camino hacia el Congreso tiene como protagonistas a cuatro consejeros regionales de La Araucanía: Jorge Luchsinger, independiente en cupo UDI y hoy candidato al Senado; Marcelo Carrasco, histórico ex DC y actual independiente apoyado por el Partido Federación Regionalista Verde Social; Genoveva Sepúlveda, de la UDI, quien también busca un escaño parlamentario; y Cristián Neira, representante del Partido Republicano; aspirantes los tres últimos a la Cámara de Diputados.
Todos ellos han ejercido como consejeros regionales, autoridades electas cuyo rol principal es aprobar y fiscalizar el presupuesto regional, así como actuar como puente entre la comunidad y el Gobierno Regional. Entre sus responsabilidades se encontraban las de aprobar la propuesta de inversión del gobernador regional, decidir la distribución de los recursos del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR), fiscalizar la gestión administrativa y dar luz verde a convenios con municipios, fundaciones u organismos públicos. Además, tenían la tarea de definir políticas de desarrollo y recoger las demandas ciudadanas para llevarlas al debate regional.
Sin embargo, el salto de estos consejeros al escenario parlamentario se produce con la huella aún fresca del Caso Convenios, que golpeó a La Araucanía con la entrega de miles de millones de pesos a distintas fundaciones bajo la modalidad de asignación directa. Si bien el proceso sigue en investigación por parte de la Contraloría y el Ministerio Público, los consejeros regionales no fueron formalmente tocados por la indagatoria hasta ahora.
En el caso de Cristián Neira, recientemente fue noticia el ingreso de una acción judicial para investigar presuntas infracciones, denuncia que fue presentada por un militante de su mismo partido, Republicanos, quien señaló en los medios “estar cansado de los hechos de corrupción”. En la denuncia, quien acusa, señala haber cita citado a una reunión para conformar una fundación orientada a “extraer fondos del Gobierno Regional para ayudar a candidatos de la colectividad”.
Consejeros y caso Convenios
Durante la crisis, el Consejo Regional mantuvo una actitud de apoyo irrestricto a la administración regional y, tras la explosión del escándalo, se optó por un hermetismo institucional, pese a que el rol de los CORE los situaba en una posición compleja: eran quienes aprobaban los recursos que luego se transferían a las fundaciones y quienes debían fiscalizar la correcta ejecución de esos fondos.
Hoy, varios de esos mismos consejeros buscan representar a La Araucanía en el Congreso. Su trayectoria en el CORE es al mismo tiempo su carta de presentación y su punto más cuestionado: mientras defienden su experiencia en la gestión regional, sus críticos recuerdan que, ante uno de los mayores escándalos de financiamiento en la región, optaron por el silencio en lugar de ejercer con mayor fuerza su función fiscalizadora.
El debate queda abierto sobre el peso que tendrá este historial en la decisión de los votantes, considerando que los consejeros regionales no solo administran recursos, sino que también encarnan la responsabilidad de velar por la transparencia y la confianza ciudadana en la gestión pública.
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