En Chile existen más de doce mil establecimientos de educación rurales que buscan dar educación de calidad y pertinente a la vida de sus estudiantes. En esa labor, la necesidad de contar con recursos y apoyo para llevar adelante sus proyectos educativos es esencial. Aquí les contamos la experiencia de tres liceos rurales, del norte y sur del país, que han sabido aprovechar sus talentos y se han adjudicado fondos para rescatar y mejorar la educación rural que sueñan impartir.
319 mil niños y niñas asisten a escuelas y liceos rurales en Chile. 12.114 son los establecimientos municipales, subvencionados y particulares, que imparten esta modalidad y en ellos enseñan 24.738 docentes, según datos del informe Estadísticas de Educación 2013 editado por el Ministerio de Educación. Todos ellos y sus familias celebrarán este 7 de abril el Día de la Educación Rural, que recuerda el nacimiento de la profesora rural, poetisa y Premio Nobel de Literatura, Gabriela Mistral.
Sin embargo, la educación rural es mucho más que estos números. En ella, los escolares recorren varios kilómetros para asistir a clases y otros permanecen internados durante la semana porque viven a distancias considerables de donde estudian. Los docentes se esfuerzan por dar a sus estudiantes una educación de calidad y pertinente a la realidad que viven las comunidades donde sus establecimientos están ubicados y los padres hacen lo que esté en sus manos para que sus hijos puedan ir a la escuela y aprender.
Ese es el trabajo que hacen diaramiente en el Liceo Técnico Profesional Huiscapi, comuna de Loncoche (Región de La Araucanía), en el Liceo Técnico Profesional Valle de Codpa, comuna de Camarones (Región de Arica y Parinacota), y en el Liceo Técnico Profesional Granaderos de Putre, de la misma región, los cuales son parte de los 102 liceos técnico profesionales rurales que existen en Chile.
Pese a la distancia entre ellos, estos tres establecimientos tienen algo en común: postularon y se adjudicaron el Fondo para Iniciativas Escolares (FIE), un programa de Fundación Luksic que busca entregar capital y acompañar a las comunidades escolares en el desarrollo de proyectos que respondan y den solución a sus necesidades. El Liceo Técnico Profesional Huiscapi, perteneciente al Instituto de Educación Rural, postuló con un proyecto de ciencia y tecnología, con el que logró relacionar las dos especialidades que ofrece a sus 247 alumnos: Atención de Enfermería y Agropecuaria. “Quisimos crear un vaso comunicante entre la especialidad de Atención de Enfermería y la de Agropecuaria. Y acá vimos como la ciencia y la tecnología están al servicio del aprendizaje de los alumnos”, explica Juana Candia, quien era la directora del liceo en 2013, cuando se ejecutó este proyecto.
Ella cuenta que con esa conexión se lograron hitos comunes, que se produjeron como resultado del proyecto: “Agropecuaria, por ejemplo, está muy unida a la ciencia y a la atención de enfermería a través de las plantas medicinales. Y si hago ciencia con esas plantas, puedo crear fitofármacos que aporten a la atención de enfermería”.
El proyecto propuso comprar equipamiento computacional, camas clínicas, maniquíes para aprender a hacer primeros auxilios, implementos de laboratorio y otros artículos. “La implementación inicial del proyecto la concluimos con una feria científica y tecnológica en la que los estudiantes mostraron lo que aprendieron, como armado de computadores, jabones medicinales y secado y envase de plantas medicinales, todo resultado de cómo se les abrió el espíritu investigativo con este proyecto”, explica Juana Candia.
En este establecimiento de La Araucanía estudian 247 alumnos, que pueden cursar la enseñanza media y permanecer internos durante la semana. Las especialidades tienen 108 estudiantes.
El caso del Liceo Valle de Codpa es parecido: “Teníamos un vivero de muchos años y en mal estado. Y decidimos renovarlo para producir plantas frutales de la zona, específicamente una uva rústica que permite hacer un vino llamado Pintatani”, explica la agrónoma Diana Tapia, profesora de la especialidad de agrícola del Liceo Valle de Codpa.
Para renovar el vivero, el liceo postuló al FIE y se adjudicó los fondos que necesitaba para construir y acondicionar -con mesones, almacigueras, y otros equipamientos-, un vivero de 12 por 13 metros (en el que plantaron estacas de vides obtenidas en distintos predios del valle); y dos más pequeños donde este año plantarán especies frutales y plantas medicinales y aromáticas del valle de Codpa.
“Lo conversamos con la comunidad y los productores de vino estuvieron dispuestos a que sacáramos estacas de sus predios para generar vid nueva. Ese trabajo lo hicieron los alumnos de tercero y cuarto medio de la especialidad Agrícola”, agrega la docente.
Con las vides, los ocho estudiantes de la especialidad ya están produciendo uva, mientras que de las hierbas medicinales están aprendiendo a extraer su aceite esencial, el que se ocupa en masajes terapéuticos y aromaterapia. El liceo e internado Valle de Codpa da educación a 40 alumnos desde 5° básico a 4° medio.
El Liceo Granaderos de Putre está comenzando este 2015 a implementar el proyecto con el que ganaron fondos del FIE. Se trata de una quesería de leche de cabras, en cuya implementación los alumnos tendrán un papel protagónico, comenta Andrés Villalobos, jefe de producción del liceo. “Ellos van a armar el equipamiento, van a ayudar en el cambio de las estructuras en mal estado y en la mejora del espacio para recibir a los caprinos, además de generar planes de manejo que permitan darle una viabilidad de 25 años al proyecto”, explica.
Un objetivo importante que se cumple con esta iniciativa, agrega Villalobos, es el de “generar un impacto socio-económico cultural, en donde no sólo sea aprovechado como un sistema de autoconsumo, sino también se espera que los hijos de los productores tengan una visión más amplia desde el punto de vista de sacar provecho a sus recursos y tenencias particulares”.
Básicamente, así se espera que estos “jóvenes puedan fortalecer esta enseñanza evitando el despoblamiento rural, fortaleciendo la identidad aimara y toda su cosmovisión étnica”. De hecho, cuenta el jefe de producción, fueron los propios alumnos quienes desde hace años vienen pensando este proyecto, como una forma de rescatar y potenciar los sistemas naturales ancestrales.
El Liceo Granaderos de Putre da educación a 205 niños desde pre kínder hasta 4° medio.
El Fondo para Iniciativas Escolares (FIE), inspirado en responder a las necesidades de liceos técnicos profesionales de provincias vulnerables, abrirá su cuarto período de postulaciones el próximo 20 de abril, y lo cerrará el 20 de mayo. La invitación es a los liceos técnico profesionales de las provincias de Parinacota, Arica, Talca, Linares y Cautín para que identifiquen aquellas necesidades que tienen, prioricen una de ellas, desarrollen una propuesta y postulen a este fondo para financiar ese proyecto. Para obtener más información se puede visitar la página www.fundacionluksic.cl.
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