Son cinco las cooperativas que gracias al apoyo del Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola cultivan, procesan y comercializan lupino que tiene sobre un 60% de proteína.
Más de mil toneladas de lupino y sus derivados ha vendido durante los últimos 12 meses la empresa NG – Seeds S.A., compañía que tiene como particularidad estar conformada por cinco cooperativas mapuche de Temuco y Padre Las Casas, las que gracias a la asistencia del Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola (CGNA) han podido cultivar la variedad de lupino amarillo AluProt – CGNA, que presenta la más alta concentración de proteína en grano a nivel mundial: sobre un 60%.
Así, NG – Seeds ha formado una red de comercialización que le permite llegar con sus productos de forma directa y sin intermediarios a empresas como Salmonfood, Avícola Huichahue, Supermercados La Estrella, Terraflax, Comercial Agroprocesos, entre otras, logrando aumentar en un 40% el valor de sus productos, todo gracias a su valor nutricional, lo que es apreciado por los mercados de alimentación animal, como el de los salmones, aves y rumiantes.
Fue en ese marco que el Intendente de La Araucanía, Andrés Jouannet, valoró la iniciativa, indicando que estudiará la forma que permita a las cooperativas asociadas dar un salto importante que les posibilite incrementar su producción y puedan así ampliar su horizonte de negocios. “Esto es muy innovador, estoy muy contento de haber conocido una iniciativa que ha sido construida con harto ñeque, pero con mucha inteligencia; ver a los pequeños agricultores y campesinos de comunidades mapuches trabajando en su proyecto, en el cual ellos creen y que además les ha traído ventajas económicas”, dijo.
En ese sentido, el jefe regional afirmó que ejemplos como el de las cooperativas mapuches que dan forma a la empresa NG – Seeds son importantes, pues ponen de manifiesto que son muchas las comunidades que buscan un impulso para salir adelante. “Esto demuestra que La Araucanía tiene muchas cosas de las cuales estar contentos y orgullosos, porque existen muchas capacidades y ése es el norte que tenemos que mirar, el camino es éste, de encontrarnos con comunidades que lo que quieren es progresar, a las que tenemos que darles oportunidades y una mano: cuando el Estado se pone atrás la gente en definitiva lo agradece y trata de salir adelante”, sostuvo.
NG – Seeds cultiva en los predios de los socios de las cooperativas mapuche la variedad de lupino amarillo AluProt-CGNA, la que fue licenciada por el CGNA a la empresa para su escalamiento comercial y procesamiento agroindustrial. “Alu”, en mapudungún, significa mucho, y es precisamente la alta presencia de proteínas presentes en esa variedad de lupino lo que llevó al CGNA a bautizar con ese nombre a la semilla cultivada por pequeños agricultores mapuche de Temuco y Padre Las Casas.
Es lo que cuenta con orgullo el Director del Centro de Genómica Nutricional Agroacuicola (CGNA) Haroldo Salvo-Garrido, quien está a la cabeza en La Araucanía de este polo de desarrollo científico que es parte de una red nacional de centros, a través de los cuales el Estado ha querido descentralizarla generación de ciencia y tecnología, desarrollando su trabajo gracias al financiamiento del Gobierno Regional y Conycit.
Salvo-Garrido puntualiza que lo que se está haciendo en la región es algo único y con gran potencial, dada la demanda existente a nivel mundial por proteína de alta calidad. “Estamos incubando un emprendimiento inédito, es el primer emprendimiento en La Araucanía de cinco cooperativas mapuche, que inéditamente están llegando al clúster de salmón, con más de 700 toneladas, y llegando a otros mercados de engorde y producción láctea, así como al mercado avícola en La Araucanía. Al mismo tiempo están trabajando en productos para el consumo humano, en este caso con dos propuestas, para generar un huevo y un pan más saludable para La Araucanía”, contó.
El Director del CGNA agregó que este tipo de iniciativas dinamiza la economía regional, ya que la pequeña agricultura familiar campesina tiene la posibilidad de ampliar sus mercados, al impulsar el desarrollo de explotaciones agrícolas de pequeña escala que se ven potenciadas gracias a la asociatividad. “Este mercado, en el caso de la proteína, es un mercado muy grande: el 70% de la proteína que se produce en el mundo va al mercado chino, entonces esta proteína tiene que producirla no sólo el pequeño agricultor sino que todos en el país, sobre todo en la región y en este caso cinco cooperativas pequeñas que están haciendo una red de producción con productores medianos y también grandes”, afirmó. Salvo-Garrido.
En tanto, el Presidente de la Cooperativa Agrícola Mollenco, Agustín Mariano, conoce en detalle el camino que han recorrido para poder producir lupino de alta calidad, pues desde que el CGNA comenzó el trabajo de producción para crear la variedad AluProt han estado en estrecho contacto con los investigadores, creando la empresa NG – Seeds una vez que el volumen cosechado y procesado les permitió tener un mejor acceso al mercado.
“Con el CGNA llevamos trabajando aproximadamente ocho años, desde que se comenzó a trabajar en la investigación de este lupino, y desde hace dos años estamos trabajando como NG – Seeds, la empresa que desarrolla la actividad productiva y comercial de este producto. Nosotros estamos produciendo por hectárea en promedio —en el contexto de una pequeña agricultura familiar— entre 2 mil y 2 mil 500 kilos; en los terrenos de mejor calidad llegamos hasta los 6 mil kilos por hectárea”, dijo el Presidente de la Cooperativa Agrícola Mollenco, quien también tiene claro las debilidades que afectan el negocio.
En ese sentido, otro de los socios integrantes de NG – Seeds, el Presidente de la Cooperativa Huichahue, Bambino Caire, recalca que la producción de lupino amarillo con alta concentración proteica llegó justo en el momento en que muchas familias campesinas mapuche se vieron afectadas por los bajos valores que alcanzaban los cultivos tradicionales.
“Esto surge como una alternativa para la agricultura familiar campesina, y surgió en un muy buen momento, cuando los precios de los cultivos tradicionales estaban malos, que es el gran cuello de botella de nosotros. En cambio, con esto, teniendo un contrato para la comercialización, se tiene la venta asegurada. Las cooperativas nos asociamos porque teníamos el apoyo de este centro de investigación, porque ese siempre ha sido el problema, no hemos tenido quien nos ayude en nuestra producción para tener buenos resultados”, dijo Bambino Caire.
El Presidente de la Cooperativa Huichahue agregó que los logros alcanzados hasta el momento son sólo los pasos iniciales para que más familias se vayan integrando, primero para aumentar los volúmenes de cultivos y comercialización, con el consiguiente fortalecimiento de la cadena productiva. “Este proyecto viene a cumplir un sueño de la agricultura familiar campesina, porque esto no es sólo para estas cinco cooperativas, esto a medida que vaya creciendo se va a integrar mucha gente más, además que esto no sólo es el proceso del lupino, sino que además después podemos tener una peladora de avena o a lo mejor un molino, y no vamos para que tener que estar con el Indap pidiendo subsidios porque podemos ponerla valor agregado a lo que producimos”, afirmó.
Dejar una contestacion