Carta de Ulises Valderrama

Carta de Ulises Valderrama

Queridos amigos, amigas, alumnos, alumnas, colegas…

La primera idea que me viene  a la mente es la fuerza cautivante y esperanzadora de la oración, de la fe y la convicción de que Dios está cerca del dolor y de la salud, de la soledad y la alegría; en una palabra, siempre está cerca de la vida.

Agradezco el afecto, sobre todo de quienes no tenía noticias de años y que viven lejos de Temuco. Gracias a mis colegas y alumnos y alumnas, en especial por haberse reunido en torno a  la Eucaristía el sábado y orar con sinceridad, fe y perseverancia por mi salud. Yo también oro por ustedes y por todos los enfermos.

Mi patología es grave e infrecuente y ha tenido un comportamiento errático. Por ello, en este momento debo esperar una mayor definición de las múltiples células o tumores que hay que erradicar, para luego aplicar un método alternativo a la quimioterapia, toda vez que ésta quedo descartada por la última biopsia al hígado… sólo queda esperar un buen resultado con confianza o con preocupación, pero yo confío en vuestra ayuda para no decaer en la confianza en Dios y en los médicos. Debo regresar el 1 de octubre para continuar el tratamiento.

Este episodio mío, personal, ha sido la ocasión para que muchos se acerquen a pensar en lo definitivo o como se decía antes, en las postrimerías, porque en la vida tenemos certezas y dudas, pero de todo ello hay una sola certeza: la muerte, aunque suene fuerte nombrarla. Y hay que estar preparado para  ello.

Finalmente yo les quiero decir a  todos y todas, que también oraré por  ustedes, como expresión de gratitud por la solidaridad que han demostrado, así como por la sensibilidad y misericordia que muestran al expresar su apoyo y ánimo. Estos gestos no pasan en vano, se suman como hermosos pétalos de virtud para la eternidad de cada uno de ustedes.

He tratado, como filosofía de vida, de realizar mi labor  profesional bien, con discreción y sin publicidad, en la certeza de que el bien no hace ruido. Los muchos saludos recibidos demuestran que, pese a ello, la gente valora y se da cuenta de todo lo que hacemos. Y quiero seguir trabajando con el mismo entusiasmo y motivación hasta que tenga fuerzas y capacidad de hacerlo.

Tengo la profunda convicción de que con la ayuda de Dios y su Madre, María, todo resultará para mejor, sea cual sea el camino que Dios tenga determinado para mí y mi familia; en especial para mi esposa Patricia que tanto me ha apoyado en estos momentos de gran complejidad.

Reciban un fuerte abrazo y mis sinceros e infinitos agradecimientos,

Ulises Valderrama.

2 comentarios

  1. Dios es quien sabe como y cuando nos junta somos muchos quienes hoy gracias a la «gracias» de Dios nos hemos juntado a apoyar a este maravillo profesional de quien tenemos grandes enseñanzas solo Dios sabe cual sera el pronostico final, pero ya sabemos que la Fe es fuerte y el cariños y reconocimiento esta en este gran momento que nos une con fuerza para apoyar a quien nos a enseñado tanto… maestro DIOS esta con usted y con todos nosotros, un abrazo gigante

  2. Que bellas palabras querido profesor, pero fe y esperanza es lo que nos mueve en estos momentos y sé que todo resultara bien porque unidos todos las personas que lo queremos saldremos adelante.
    Muy ciertas son sus palabras querido profesor, mucha fuerza, y tengo fe que todo saldrá muy bien, saludos cariñoso somos mucho los que estamos con usted y queremos.

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