A diario escuchamos a los expertos señalar lo nocivo de los rayos UV, lo delgada que esta la capa de ozono y los peligros a corto y largo plazo de la exposición continua y desmedida al sol, pero al mismo tiempo -en una zona donde las ocasiones para disfrutar del calor y el clima veraniego escasean- ¿Cómo se puede compatibilizar el sol y la salud?
Si bien no es malo aprovechar el escaso calor, lo cierto es que más allá de las modas y cánones de belleza actuales, se debe ser responsable con la salud, teniendo claras las principales medidas de prevención y protección para proteger nuestra piel.
Los rayos de radiación ultravioleta (UV) son ondas electromagnéticas emitidas desde el sol y que llegan a la tierra a ejercer ciertos efectos tanto a humanos como animales y plantas, entre otros. Estos están categorizados en tres índices según el nivel de penetración a través de la capa de ozono, siendo el UV-B el más peligroso, dicen los entendidos en la materia.
Sin embargo, estos rayos no son del todo nocivos para la piel. Al ingresar y ser absorbidos por el ser humano, pueden beneficiar de cierta forma la musculatura, mejorando la tonificación en forma mínima. Por otro lado, aumenta el nivel de respuesta inmune y el nivel de hemoglobina, lo que co-ayuda a captar mayor cantidad de oxígeno. Pero sin duda el aporte más importante es el aporte que hace a la producción de vitamina D, ayudando al proceso de calcificación ósea.
Pero más allá de eso, esta radiación también ocasiona terribles daños en la persona, pudiendo llegar incluso a la muerte. La exposición excesiva a los rayos solares de tipo UV puede causar: daño a nivel de la piel como cáncer y alteraciones; envejecimiento prematuro; daños en ojos comprobándose cataratas y otros trastornos oculares; al igual que desordenes en el sistema inmunitario. Esto, sin olvidar un aumento en las alergias producidas por el sol.
Este tema no es menor y resulta preocupante si se tienen en cuenta la cifras de la Sociedad de Dermatología de Chile, las que indican que cerca de 300 personas mueren por cáncer a la piel al año. Niveles que van en aumento gracias a que cada vez son más los chilenos que se adhieren a la moda del bronceado.
El docente de la Carrera de Enfermería de la Universidad Autónoma de Chile, Alejandro Hernández Díaz, señaló que el problema más grave de la exposición al sol, es la aparición de cáncer a la piel. “Las organizaciones dermatológicas internacionales indican que todos los años se presentan 2 millones de personas con este mal y daños en los ojos. Las zonas más dañadas del organismo son la cabeza, cuello, cara, la punta de las orejas, manos, brazos, hombros, espalda, pecho en los hombres, y la espalda y la parte inferior de las piernas en las mujeres”, indicó el especialista.
Desde que el niño nace y hasta el quinto mes de vida no, los niños no deben tomar sol. Luego de estas edades, el cuidado debe ser máximo, colocando énfasis en la protección de la piel, ropa adecuada y cuidados generales. Respecto al tema, se aconseja que a partir del tercer año de vida, el niño puede tomar sol con las debidas precauciones, siendo esto beneficioso para absorber vitamina D. Otros puntos importantes a considerar son:
- En el caso de embarazadas de cualquier edad se recomienda no exponerse al sol.
- Para la población en general se recomienda la exposición en forma ordenada y secuenciada.
- No se debe exponer al sol entre las 11.30 de la mañana y las 15.00 horas, por ser este un horario de extrema peligrosidad.
- Buscar sombra/usar sombrilla/debajo de árboles.
- Colocarse protector solar de acuerdo al tipo de piel y aplicar cada 2 horas aún en días nublados.
- Tomar agua para evitar deshidratación.
- Observar la piel por posible daño evaluar y acudir a medico cuando hallan dudas.
- Usar siempre sombreros y gorros. Sin descuidar áreas como el cuello y orejas.
- Usar lentes de sol como protección ocular, con filtro UV.
- Educar a la población.
- Estar alerta a índices diarios que entregan en noticiarios (UV) y de acuerdo a ello programar las actividades en función de la protección.
Recomendaciones acerca del bloqueador solar
El docente de la Universidad Autónoma de Chile, Alejandro Hernández, explica que el bloqueador es un producto comercial que cuenta con una composición que impide los daños del sol, previniendo enfermedades como el cáncer de piel o envejecimiento prematuro de esta.
Acerca de los factores de bloqueador o factor de protección solar (FPS), Hernández dice que en definitiva, estos son índices de tiempo de exposición. Los factores 2, 4 y 6 son los denominados como leves o de poco tiempo. 8, 10 y 15 son los de mediana protección; 20 y 30 fuertes y 40 y 50, intensos.
Es por eso que al momento de la compra, la persona debe considerar factores como cuál es su tipo de piel, así como lo dónde usará, las condiciones y si el producto es resistente al agua, etc. En el caso de estos últimos, existe de dos tipos. Están los llamados waterresistance, que duran más o menos 40 minutos y los waterproof, de más de 80 minutos de protección.
En este mismo sentido, el profesional recomienda aplicarse e producto por lo menos 30 minutos antes de la exposición al sol y replicar cada 2 horas. En los niños pequeños se recomienda el uso de bloqueadores en un 100%, colocar gorros y dar abundantes líquidos para evitar la deshidratación.
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