Una tuberculosis llevó a la muerte a Corina Lemunao, la conocida “mujer gallina”, a los 58 años de edad. Su dramática historia conmovió a todo un país, que vio como está mujer sufrió desde temprana edad abandono familiar y abuso.
Corina Lemunao nació el 1 de mayo de 1953 en la cordillerana ciudad de Lonquimay. El déficit mental que le afectaba, fue enfrentada por su familia de la peor forma: fue obligada a vivir en un gallinero, situación que no sólo le impidió tratar sus problemas mentales sino que también le provocó importantes problemas físicos.
Su vida en el gallinero se prolongó durante toda su niñez y parte de su juventud, hasta que fue descubierta por las autoridades y rescatada de vivir en esas precarias condiciones. Sin embargo, su suerte no mejoró, y los años sucesivos, internada en hogares, sufrió de abusos que dieron por resultado dos embarazos. Los niños, ambos hombres al parecer, fueron dados en adopción en el extranjero.
Fue recién el año 2005 cuando Corina encontró por fin un hogar que la cuidó y protegió hasta su reciente muerte: la Fundación Revoso de Padre Las Casas. Allí hizo su vida y compartió con otros ancianos que, como ella, necesitaban ayuda. De la mano de Norma Carvajal, directora del hogar, logró un trato digno, cariño, salud y, lo más importante, logró sonreír.
El año recién pasado, uno de sus hijos llamado Sebastián, se comunicó con Norma Carvajal desde Suecia con la intención de conocer a su madre. Fue un emotivo encuentro, que marcó la vida de Corina y la llenó de esperanza. Una foto en el velador y sus señas y sonrisas al aire, daban cuenta de la extraordinaria alegría que le significó conocer a Sebastián.
Sin embargo, la vida la golpearía nuevamente con una tuberculosis que desde octubre la mantenía postrada y que, sumada a los problemas de salud que ya tenía, la llevaron a la muerte el jueves pasado.
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