Para el miércoles 28 de marzo a las 15:00 horas en INIA Carillanca
, está programada la inauguración de una innovadora tecnología, única en Latinoamérica, que evita la contaminación puntual en suelos y aguas por derrames de plaguicidas.
Se trata de un lecho biológico o “biobed”, cuyo funcionamiento evita que los residuos de los pesticidas que se utilizan en plantaciones frutícolas lleguen a suelos, aguas superficiales y subterráneas.
El lecho biológico fue diseñado por la Universidad de La Frontera junto a INIA Carillanca, en el marco de un proyecto FONDEF, dirigido por la académica de la UFRO doctora María Cristina Diez, denominado “Manejo adecuado de residuos de plaguicidas en la producción frutícola de la Región de la Araucanía a través de la implementación y difusión de lechos biológicos”
Un “biobeds” básicamente es una excavación en el suelo, impermeabilizada, la cual se rellena con una biomezcla compuesta por suelo, turba y residuo lignocelulósico, permitiendo la retención y posterior degradación de los plaguicidas in situ, minimizando los riesgos de contaminación del suelo y del agua.
El diseño del lecho biológico corresponde al sistema sueco cerrado, de dimensiones y estructura para soportar el peso (5 ton) de un equipo pulverizador de barra montado al tractor con dos estanques de una capacidad de 900 L, el que tiene como finalidad contener y degradar los derrames accidentales de plaguicidas durante el proceso de carga y lavado externo del equipo pulverizador.
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