El economista de la Universidad Autónoma de Chile (UA), Humberto Salas, señaló que “el aumento del costo de los combustibles en el mediano y largo plazo lo termina pagando en mayor medida el consumidor final”. Esto a raíz de los cálculos realizados por Econsult, los que estiman que el precio promedio de la gasolina subirá $15 y el diesel $22, registrándose la sexta alza del combustible en dos meses.
“Han subido los combustibles considerablemente en el mercado de la Costa del Golfo, la presión la ejerce principalmente alza del precio del petróleo crudo a nivel mundial con el que ha cerrado en la Bolsa Intercontinental de Londres, esto influye directamente aumentos de precios de las gasolinas, diesel y kerosene”, explicó el experto.
Salas añadió que las razones que influyen en los precios hoy, son las buenas expectativas de la demanda de crudo en el mundo “sobre todo en las zonas del mundo donde hay vacaciones, influenciadas por la estabilización de la crisis financiera en la zona euro, implican presiones por parte de los países compradores al alza de los precios”.
Por otra parte, el análisis del académico de la UA estima que los conflictos políticos y sociales en Siria, Israel, Irán y la zona del Golfo Pérsico, así como la caída en la producción de crudo de alta calidad en el Mar del Norte durante la próximas semanas debido a la mantención programada de los pozos, ejercen también presiones alcistas de precios por parte de los países oferentes.
“Internacionalmente también afecta al precio de las bencinas el colapso de la refinería de Chevron en Richmond, California, que es una de las mayores de Estados Unidos. Todo esto reduce los stocks de los inventarios y presiona a los mayores precios”, agregó.
Consumidores
Según Salas, en la medida en que la demanda mundial no se estabilice, se reparen las plantas y refinerías dañadas y por sobre todo mejore la situación política y social en el Golfo Pérsico y países aledaños, probablemente la tendencia continuará siendo alcista.
“Lamentablemente, el combustible es un bien muy poco sensible al precio, esto significa que si sube de precio no necesariamente cae su consumo ya que es muy necesario poder movilizarse sobre todo cuando esto permite mantener los ingreso. Es por ello que se deben hacer reajuste en el presupuesto y destinar recursos a cubrir el alza para mantener el gasto en combustible. Se recomienda entonces el ahorro de combustible uso de automóvil para desplazamientos necesarios, para viajes largos siempre es más conveniente utilizar medios de transporte ya que con esto se ahorra gasto en combustible y peajes”, recomendó el especialista.
El alza del precio de los combustibles tiene un efecto importante en los indicadores de inflación y el IPC, dado que se encarecen los costos de empresas productivas e intermediarios, el transporte, los alimentos, el comercio, etc. “Por cuanto es relevante la tendencia de este ítem para el bolsillo de los consumidores pues su poder adquisitivo se ve reducido”, finalizó el docente de la UA.
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