El establecimiento particular subvencionado comenzó hace seis años la implementación de una metodología metacognitiva de desarrollo del aprendizaje y en su primera generación Simce con el nuevo modelo logró cuarto lugar regional y primero comunal.
Las aulas, pasillo y patios del Madres Dominicas de Pitrufquén eran pura felicidad hoy. Y nos para menos: después de varios años de trabajo sostenido de toda su comunidad escolar, vieron los frutos del trabajo bien hecho y de la apuesta por innovar y creer en las capacidades de sus alumnos y alumnas. Consiguieron un histórico resultado Simce que los ubicó entre los mejores de la región y la certeza de que esta generación que cursa actualmente 5to básico está para sueños grandes.
Sandra Espinoza, directora del establecimiento hace siete años, está orgullosa de logro de sus alumnos y siente que los resultados son el corolario de un largo viaje educativo que incluyó a los niños, los docentes, los paradocentes, los padres y apoderados y, por supuesto, a la congregación Madres Dominicas. “Han sido seis años de trabajo persistente que implicaron para todos un cambio en el modo en que veníamos cumpliendo nuestros roles de directivos, alumnos, apoderados o profesores. No ha sido fácil para ninguno pero lo que nos mantuvo siempre unidos fue la convicción y voluntad de lograr más y mejor aprendizaje para nuestros estudiantes”.
Consultada sobre el método utilizada, la directora sostiene que la clave está en dejar de poner foco en los contenidos del Simce y enseñar a aprender. En lenguaje técnico se trata de metodologías basadas en la metacognición, es decir, en la capacidad de aprender a pensar, razonar, analizar y resolver; todas habilidades superiores del pensamiento que termina con niños y niñas que pueden acercarse a cualquier tipo de conocimiento y desplegar habilidades para escudriñarlo y comprenderlo. “Como educadores nuestro mayor anhelo es que los niños aprendan a aprender. Esa es la verdadera tarea que tenemos entre manos. Por eso estamos tan contentos de haber tomado la decisión de embarcarnos en este proyecto de innovación en la enseñanza y haber logrado que estas generaciones se lleven mucho más que contenidos y puedan hacer con estas destrezas analíticas adquiridas, lo que sueñen ser”, precisó Espinoza.
Esta innovación en el aula les significó crecer sostenidamente en los resultados académicos de sus estudiantes en los últimos seis años, sin embargo, fue la generación 2012 de 4to básico la que dio el gran salto al obtener 308 puntos promedio en comprensión lectora (29 puntos más que el Simce 2012), 310 en matemáticas (43 más que 2012) y 294 en comprensión del medio social y natural (40 más que 2012)
Junto con celebrar el logro y compartirlo con toda la comunidad, la comunidad docente ya piensa en el desafío que viene: mantener la calidad lograda y amplificarla a todo el colegio.
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