Conadi construirá en Lonquimay 400 viviendas modulares térmicas en el marco del proyecto “Los pehuenches duermen sin frío”

La construcción de estas viviendas modulares de emergencia para pehuenches de Lonquimay -en plena cordillera de La Araucanía- se iniciará en enero de 2014 y se suman a las 50 soluciones habitacionales ya entregadas por CONADI en un programa piloto durante 2013 que ya pasaron exitosamente su primer invierno con temperaturas de hasta 30 grados bajo cero, gracias a las características especiales de su estructura, techo, paredes, puertas y ventanas.

El director nacional de la CONADI, Jorge Retamal Rubio, y el subdirector nacional Temuco, Germán Riquelme Reuss, junto al alcalde de Lonquimay, Guido Barría, fueron los protagonistas de la firma de un convenio de colaboración entre CONADI y el municipio para entregar 400 viviendas modulares de emergencia a las familias pehuenche que habitan los sectores más apartados de la cordillerana comuna, actividad que se realizó en el Gimnasio Municipal abarrotado de las familias que serán beneficiadas.

“Este año ya realizamos un plan piloto en que entregamos 50 soluciones habitacionales a personas que vivían en condiciones muy precarias, incluso en casas con piso de tierra, y ahora lo estamos ampliando a un programa denominado “Los pehuenches duermen sin frío”, para beneficiar a 400 familias de Lonquimay, y próximamente haremos un gran anuncio en esta materia para las familias pehuenche de Alto Biobío”, señaló Jorge Retamal Rubio, director nacional de la CONADI.

"Para nosotros este es un paso fundamental, porque aquí existen muchas iniciativas de desarrollo, pero lo esencial es contar con un lugar para vivir, especialmente aquí donde los inviernos son muy crudos, con nieve, llegando hasta los 30 grados bajo cero. Por eso es tan importante y valoramos tanto este convenio suscrito con CONADI", señaló Guido Barría, alcalde de Lonquimay.

Recordemos que debido a los crudos inviernos que cada año azotan la cordillera de las regiones de La Araucanía y del Biobío –muchas veces conocidos como “terremoto blanco”- y en la urgencia de contar con una vivienda digna para las familias indígenas más desposeídas, Conadi ha liderado una iniciativa para la construcción de viviendas modulares prefabricadas y mejoramiento del aislamiento de las viviendas ya existentes.

Casi a la interperie

A cualquiera le cuesta imaginar que muchas de estas familias, al no contar con los recursos suficientes, habitaban viviendas en muy mal estado, cuyas paredes filtraban el viento y la humedad, techos por lo que entraba la lluvia e incluso la nieve, donde los niños vivían y jugaban al interior de la casa tan abrigados como si estuvieran en el exterior, sin mayor protección ante la meteorología y sin calor de hogar.

En abril de este año Conadi firmó un convenio con la Municipalidad de Lonquimay, para desarrollar un programa piloto en el cual se aportaron 100 millones de pesos que fueron en directo beneficio de parte las familias indígenas catastradas con precariedad habitacional, y que se tradujeron en 50 soluciones habitacionales que ya sortearon exitosamente su primer invierno.

"Las personas que postulen ahora deben tener esperanza, al igual que nosotros cuando postulamos y luego fuimos beneficiados. Por lo que agradecemos a las autoridades y al Presidente Sebastián Piñera por el módulo que nos entregaron, porque antes sufríamos mucho con mi hijo en el invierno y ahora con esta ayuda estamos bien", señaló Francisco Millal Millal, quien resultó beneficiado en la etapa piloto de este programa.

La vivienda modular consta de tres habitaciones, dos de ellas destinadas para dormitorio y una para la cocina, diseñada de tal manera que en cada dormitorio quepan al menos dos camas de una plaza. Además, se consideró una construcción adecuada para las condiciones climáticas de la  zona, teniendo como principales características un techo con 30 por ciento de inclinación para impedir acumulación de nieve; ventanas de PVC termopanel (doble vidrio), tabique perimetral de cinco pulgadas de espesor, madera estructural impregnada, aislación térmica, instalación eléctrica interior y apoyos de hormigón de 50 centímetros de altura.

En tanto, la mejora en el aislamiento térmico se aplicó en viviendas con problemas de aislación y revestimientos, pero sin problemas estructurales. Aquí se aplicó aislación térmica de poliestireno expandido, durafoil y fisiterm, además de incorporar revestimientos interiores y exteriores, como así también recambio de cubiertas según el caso.

Finalmente cabe destacar que al igual que los pehuenche de La Araucanía que ya están siendo beneficiados, en las próximas semanas se realizará un importante anuncio en esta materia para los pehuenche que habitan la zona de Alto Biobío.

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