– Son de la comuna de Renaico y en su vivero poseen más de 80 variedades.
– Tienen una cartera de clientes que abarca las ciudades de Santiago, Concepción, Rancagua, Puerto Varas, entre otras.
El caso de la familia conformada por Ramón Riquelme, su esposa Alicia Montanares y sus tres hijos es un claro ejemplo de cómo se puede salir adelante en la vida y reinventarse gracias al trabajo en equipo. Ellos residen en el sector rural Huelehueico, comuna de Renaico, y hoy poseen un negocio con más de 100 mil plantas ornamentales, algunos invernaderos y una cartera de clientes que vienen de diversas ciudades del país a adquirir sus productos.
“Antes cultivamos porotos y con lo que ganábamos por su venta apenas nos alcanzaba para parar la olla”, esa es parte del relato de Alicia Montanares, quien recuerda como era su vida hace 15 años atrás, mucho antes de comenzar el emprendimiento llamado “Vivero Santa Alicia”, en donde en una pequeña extensión de tierra (un poco más de 2 héctareas) supieron reinventarse y salir de la pobreza. “Gracias a este emprendimiento hemos podido educar a nuestros hijos y llevar una vida digna”, puntualizó la productora.
La constancia y el deseo de surgir de esta familia fueron la clave para iniciar el negocio del vivero con plantas ornamentales. Un proyecto que, con el apoyo del Instituto de Desarrollo Agropecuario, surgió rápidamente y comenzaron a trabajar con el programa PRODESAL, de esta manera recibieron asesoría técnica de agrónomos especialistas en el tema.
En el año 2007 el emprendimiento avanzaba firme, pero necesitaban ayuda para seguir creciendo. En este sentido, decidieron postular al Programa de Desarrollo Inversión (PDI) donde fueron beneficiados y recibieron la suma 800 mil pesos aproximadamente, lo que permitió multiplicar la generación de la flora, principalmente consolidando las plantas madres. Al año siguiente, vía el mismo programa, pudieron construir una sala de ventas la cual les ha servido para mejorar su fachada y la atención de sus clientes.
Para Ramón Riquelme, el apoyo de INDAP ha sido fundamental en todo el proceso para sacar adelante su negocio. “Comenzamos utilizando PRODESAL, pero ahora como hemos crecido participamos del programa Servicio de Asesoría Técnica (SAT)”, asegura el agricultor que lleva el manejo técnico de las más de 80 variedades de plantas.
Según Ricardo Mège, director regional de INDAP “la familia Riquelme ha impulsado un negocio muy bueno y digno de destacar. Ellos salieron de la agricultura tradicional, supieron encontrar un nicho de mercado y ahora están produciendo plantas ornamentales en gran cantidad, comercializando con diversas ciudades de nuestro país. Esta es una iniciativa distinta, que se aparta de los cultivos tradicionales, y como Ministerio de Agricultura a través de INDAP la estamos apoyando, por ejemplo ellos desde el 2012, debido a su notorio crecimiento, requerían asesoría especializada y nosotros los estamos apuntalando con un programa SAT que tiene una inversión de 24.9 UF.”
Entre los planes a futuro que tiene esta familia emprendedora, está el adquirir más terreno para seguir aumentando en un breve plazo la producción de plantas y de esta manera seguir comercializando y exportando sus productos a otras regiones de nuestro país.
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