El director nacional de la CONADI, Jorge Retamal Rubio, y la seremi de Medio Ambiente de La Araucanía, Andrea Flies, entregaron los recursos a cada una de las iniciativas en que se consideran acciones tendientes a la protección o recuperación del medio ambiente, considerando la experiencia que poseen las comunidades en la relación con su entorno natural.
Producto de la importancia de la dimensión ambiental en los pueblos indígenas es que a partir de 2012 la institucionalidad ambiental realizó una modificación al Fondo de Protección Ambiental (FPA) y se implementó en conjunto con la CONADI un concurso especial para comunidades y asociaciones indígenas, el cual financia iniciativas tendientes a la promoción y recuperación de actividades armónicas con el medio ambiente.
Gracias a esta alianza interinstitucional, en el primer año del concurso con esta modalidad se financiaron 62 iniciativas a nivel país con una inversión total de $ 298.000.000.- De estos, 15 proyectos se ejecutaron en la Región de La Araucanía con una inversión de $72.080.000.- lo que corresponde a un 24% de la inversión nacional.
Esto sin duda se encuentra en directa relación las características demográficas de la Región de La Araucanía donde según las proyecciones realizadas por el INE de los datos arrojados por el censo 2012 la cantidad de población que se declara perteneciente a una etnia indígena que en la región alcanza 24% de la población total.
Este año 2013, el FPA financiará a 25 iniciativas de La Araucanía por un monto de $130.730.000.- de las cuales 12 corresponden a proyectos de comunidades mapuche con una inversión total de $66.750.000.- ubicados en las comunas de Traiguén, Nueva Imperial, Villarrica, Loncoche, Los Sauces y Freire, cuyo financiamiento fue entregado por la seremi de Medio Ambiente de La Araucanía, Andrea Flies, y el director nacional de la CONADI, Jorge Retamal Rubio.
"Este es un gran esfuerzo del Ministerio de Medio Ambiente y CONADI porque son recursos que antes no existían, orientados exclusivamente a las comunidades indígenas, para el rescate y el cuidado del medio ambiente, para la recuperación de plantas medicinales, para que las energías renovables también lleguen a las comunidades", señaló Jorge Retamal Rubio, director nacional de la CONADI, agregando que "aquí también se relaciona de muy buena forma el medio ambiente, la cultura, la cosmovisión mapuche y la capacidad de emprender que tienen las comunidades".
"Estos proyectos han tenido un impacto tremendamente positivo porque las comunidades mapuches han tomado conciencia de mejorar sus condiciones ambientales, recuperar lo que se ha perdido, cuidar el agua, los bosques, los menocos, que no se puede seguir ensuciando o deforestando las tierras", indicó Andrea Flies, seremi de Medio Ambiente de La Araucanía.
Beneficiarios
Un caso ejemplar es el de la comunidad mapuche Antonio Lepian de Freire, quienes gracias a los casi 9 millones obtenidos en el FPA, pudieron implementar un centro demostrativo sobre el uso de energías renovables no convencionales para la producción agrícola, donde las más de 200 personas que integran la comunidad se han volcado completamente a participar activamente.
"Gracias al proyecto FPA que obtuvimos el año pasado podemos producir gas con el residuo de los cerdos, lo que luego utilizamos como combustible para calefaccionar la maternidad donde nacen, lo que resulta vital para los meses de invierno", señaló María Isabel Peiñán Huaiquilef, integrante de la comunidad, "este es un sistema muy bueno porque reutilizamos los desechos de los cerdos, así no se ensucia el campo, y además obtenemos gratuitamente el gas que utilizamos en la calefacción".
Pero la comunidad Antonio Lepian no sólo ha implementado estos sistemas ecológicos e innovadores en sus tierras y en su producción agrícola, sino que también se han comprometido a compartir sus prácticas con otras comunidades de Freire y con quienes deseen aprender.
"Con el premio que obtuvimos de CONADI y Medio Ambiente implementamos un centro demostrativo donde instalamos un biodigestor para la reutilización de residuos animales, un termo solar que sirve para el taller de elaboración de mermeladas caseras", explicó Magaly Huentian Sánchez, dirigenta de la comunidad Antonio Lepian, agregando que "la idea de este módulo es replicar las iniciativas y que otras personas de la comunidad copien estos sistemas en sus campos, porque además de ahorrar en energía estamos protegiendo el medio ambiente".
Finalmente, se debe mencionar que las iniciativas financiadas han sido dirigidas mayoritariamente a desarrollar actividades de educación ambiental, uso eficiente de la energía, uso y manejo sustentable de los recursos naturales, reciclaje y manejo de residuos; preservación de la biodiversidad local, recuperación y restauración del bosque nativo, protección de las aguas, turismo sustentable y protección de especies de flora y fauna amenazada, entre otras.
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