José Martínez, abogado y docente de la casa de estudios superiores de Temuco, da a conocer los tipos de delitos económicos más recurrentes y consejos para prevenirlos. Además, el penalista informó sobre las condenas establecidas para quienes delinquen.
Delitos de cuello y corbata, o derechamente engaños con diferentes y hábiles “técnicas” para cometer delitos por inescrupulosos, es parte de las fechorías que hoy están siendo más comunes dada la evolución tecnológica.
Este aumento es una complicación para quienes combaten delitos de esta índole. Es por ello que el docente destaca los más comunes y recomienda qué hacer para prevenirlos, ya que “la categoría de ‘delincuencia económica’ es difícil de definir”, señala José Martínez, abogado penalista y académico de la escuela de Derecho de la Universidad Mayor sede Temuco.
Desde su expertiz, el profesional afirma que “su conceptualización exacta sigue siendo un reto. La tarea se ha ido complicando a raíz de los adelantos rápidos en las tecnologías, que ofrecen nuevas oportunidades para la comisión de tales delitos”.
Phising y pharming
El phising, o la también llamada pesca electrónica, es una técnica maliciosa que utiliza la imagen de una la entidad financiera se busca captar información bancaria de los usuarios como números de cuentas corrientes o tarjetas de crédito, nombres de usuario, contraseñas, claves de acceso, números de identificación personal (PIN) u otros datos confidenciales para emplearlos con finalidades delictivas.
De esta manera, el usuario, creyendo estar en un sitio de toda confianza, introduce la información solicitada que, en realidad, va a parar a manos del estafador.
“El mecanismo más habitualmente empleado es la generación de un correo electrónico falso que simule proceder de un determinado Banco, a cuyos clientes se pretende engañar”, explica el académico U. Mayor.
Martínez aclara que “dicho mensaje contendrá enlaces que apuntan a una o varias páginas web que replican en todo o en parte el aspecto y la funcionalidad del Banco, de la que se espera que el receptor mantenga una relación comercial. Si el receptor del mensaje de correo efectivamente tiene esa relación con la empresa y confía en que el mensaje procede realmente de esta fuente, puede acabar introduciendo información sensible en un formulario falso ubicado en uno de esos sitios web”.
Por otra parte, el pharming constituye otra forma de fraude en línea, muy similar al phishing, que consiste en redireccionar un nombre de dominio mediante la manipulación de las direcciones del protocolo de internet DNS hacia una web fraudulenta.
“Esta estafa consiste en un programa informático que se introduce en el ordenador que el internauta a través de un correo electrónico aparentemente vacío que, al ser abierto, activa un ejecutable que manipula y modifica las direcciones del servidor de nombres de dominio (DNS)”, advierte el abogado de la Universidad Mayor.
Al realizar esta acción, el usuario teclea la dirección web de una entidad de la que es cliente o usuario habitual en el navegador y un virus informático direcciona automáticamente y sin que el usuario lo advierta, a una página web falsa, idéntica a la web oficial, donde los estafadores pretenden obtener sus datos confidenciales.
“Para que se produzca el pharming es necesario que se instale alguna aplicación en el sistema del usuario–víctima. Esto puede ocurrir la mayoría de las veces a través de la descarga de archivos de un e-mail o de páginas de Internet, en las que viene un archivo falso que baja e instala el virus o troyano en el equipo”, detalla el académico.
Estafas telefónicas y por internet
“La primera consiste en llamadas efectuadas por supuestos ejecutivos, parientes o aparentes empleados de empresas y el motivo es informar al suscriptor, familiar o amigo que se ha ganado un premio en dinero o un viaje al extranjero, pero para concretar el premio, dicen requerir la compra de tarjetas telefónicas de prepago y la posterior entrega de los números secretos”, destaca Martínez sobre este habitual mecanismo de estafa conocido popularmente como el “cuento del tío”.
Por otra parte, estafas por compras en internet se realizan a través de webs dedicadas a la compra y venta de artículos, en la que los estafadores a través de la oferta a un precio muy inferior al habitual en el mercado de artículos electrónicos y tecnológicos, arriendos de casas de veraneo o de cualquier otro bien de alta demanda, o que logre captar a los potenciales compradores.
“Los estafadores habitualmente solicitan pagar anticipadamente vía depósito en cuenta bancaria o través de giros en dinero a través de empresas de Courier. Una vez hecho el deposito o efectuado el giro, el vendedor desaparece”, estima el docente.
Prevención
Para evitar estafas por phishing el docente de la escuela de Derecho del plantel universitario de Temuco señala algunas recomendaciones como no responder a correos electrónicos en los que se le pidan datos confidenciales (passwords, pins, etc), ya que ninguna entidad bancaria seria le solicitará este tipo de información por email o teléfono y ante cualquier duda póngase en contacto con su entidad bancaria.
Además, también destaca que el usuario debe teclear la dirección web directamente en el navegador, no se debe fiar de enlaces escritos en e-mails o llamar a teléfonos que lleguen por correo electrónico o mensajería instantánea y siempre se debe utilizar una fuente fiable de teléfonos, como una guía o los especificados en el contrato de su tarjeta de crédito y por último no se deben abrir los archivos adjuntos de mensajes que no espera recibir.
En el caso del pharming la mejor forma de protección es mantener actualizados los programas instalados en el computador, especialmente el sistema operativo, el navegador y el correo electrónico. Además, hacer una continua actualización de los antivirus que puedan identificar los archivos que contienen códigos maliciosos. Estos códigos pueden ingresar de diversas maneras (correos electrónicos, descargas online, etc.) y se van modificando continuamente.
El catedrático indica que es importante instalar otros programas de protección, como anti-spywares que sean reconocidos por su efectividad y un firewall para bloquear todo el tráfico de entrada y salida de datos del computador, dejando pasar sólo lo que el usuario autoriza. Nunca se deben abrir mensajes no solicitados, aunque parezcan venir de fuentes confiables, ni clickear en links; instalar archivos referenciados en estos mensajes o abrir tarjetas de saludos sospechosas.
Por otra parte, a la hora de elegir el proveedor de internet, procurar que sea una empresa confiable que invierta en la seguridad de sus equipos y prevenga ataques a sus servidores.
Para prevenir estafas en compras por internet consulte en buscadores y redes sociales antes de adquirir artículos por internet, a fin de conocer si antes ha vendido algo y los posibles reclamos que pudiese haber en su contra. Busque páginas que ofrecen servicio de calificación de vendedores para estimar la legitimidad con la que actúa. Denuncie cuando no reciba un artículo en la fecha estipulada. Ya que un artículo puede al ser comprado por un número indeterminado de personas a la vez, la estafa suele afectar a varias otras.
A lo anterior, el abogado José Martínez señala que “los usuarios debieran conocer las técnicas habituales que usan los delincuentes como ofrecer un precio atractivo, uno muy por debajo del precio de mercado para que las víctimas opten por su producto”.
En cajeros automáticos, es importante advertir sobre clonación de tarjetas, robo de clave secreta, entre otros. El profesor Martínez señala que la PDI realiza recomendaciones como cambiar la contraseña periódicamente, no perder de vista el plástico, respetar el turno en el cajero automático para evitar que terceros se acerquen contar su dinero y retire la tarjeta discretamente, esperando que la pantalla vuelva al inicio y guardar los comprobantes obtenidos y revisar saldos de sus cuentas bancarias y comerciales.
Qué hacer cuando es víctima
Martínez indica que es importante contactar inmediatamente con la institución bancaria para bloquear tarjetas de crédito o debito clonadas o servicios electrónicos cuyas claves han obtenidos los estafadores informáticos.
El abogado también señala que es importante “dirigirse inmediatamente a la Policía de Investigaciones, Carabineros de Chile o a la Fiscalía a efectuar la denuncia, llevando consigo todos los antecedentes que haya podido obtener hasta ese momento del delito del que ha sido víctima”
Martínez detalla que para esto sirven cartolas que den cuenta de transferencias electrónicas, compras y giros efectuadas por los estafadores, números telefónicos de los que fueron efectuados los llamados, correos electrónicos fraudulentos recibidos, entre otros, ya que existe libertad probatoria, por lo que todo medio de prueba pertinente que haya sido obtenido de manera lícita puede ser presentado en juicio.
Es importante recalcar la importancia de generar una denuncia, ya que las condenas “dependerán de la modalidad empleada y en algunos casos del monto defraudado, pero en general el marco penal se va encuadrar dentro del presidio menor en cualquiera de sus grados: entre 61 días a 5 años”, finalizó el penalista U. Mayor.
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