Columna Marco Berdichevsky, Vicepresidente de RRHH Finning Sudamérica
Dos de los retos más importantes que enfrentará la minería chilena en los próximos años son la retención del conocimiento y la formación de personal especializado.
Una situación similar vivirán Canadá y Australia, dos países donde la industria minera también tiene vital importancia. En ellos, hay señales de que la escasez de talento será un problema serio si no se enfrenta con la debida antelación, es decir, desde ahora mismo.
En los próximos años se estima que gran parte de los puestos que queden disponibles provendrán de trabajadores que se jubilen, lo que abre las puertas para las nuevas generaciones, pero también es un complejo desafío: cómo retener la experiencia y conocimiento de quienes se retiran del mercado laboral.
Revisemos el caso de Canadá. Un reciente estudio, “Canadian Mining Industry Employment Hiring Requirements and Available Talent”, muestra que esta industria necesitará 106 mil personas en la próxima década y que el 95% de esta demanda se generará por puestos vacantes que dejarán empleados que jubilen.
Según esta investigación, uno de los grandes problemas es que se está generando un vacío, porque una gran masa de trabajadores se está jubilando y las compañías no encuentran en el mercado los reemplazantes que quisieran. En otras palabras, se topan con que las habilidades y los conocimientos de los candidatos no están a la altura de sus predecesores.
Los estudios realizados en Chile apuntan en la misma dirección. El informe “Fuerza Laboral de la Gran Minería Chilena 2014-2023”, dado a conocer en abril de 2015, reveló que hacia el año 2023 se requerirán 27 mil nuevos trabajadores calificados en la industria, específicamente en cargos relacionados a los procesos de extracción, procesamiento y mantención en faenas mineras.
En este contexto, las empresas del sector minero, independiente del país en que se encuentren, tendrán que comprometerse con su fuerza de trabajo y asumir la responsabilidad de formar a nuevos empleados, sino que además lograr que los trabajadores maduros -antes de retirarse-, traspasen sus conocimientos y habilidades a las generaciones más jóvenes.
No es tarea fácil, pero debe considerarse como prioridad actual. Esto se consigue, entre otras formas, velando por el clima laboral y estableciendo una relación intergeneracional colaborativa que aúne intereses y traspase conocimientos.
En el caso de Finning Chile, el 50% de la Compañía es menor de 32 años y las generaciones cercanas a jubilarse representan el 13% de la dotación. Considerando este escenario y previendo el problema del déficit de fuerza laboral especializada, se ha realizado un especial esfuerzo por comprometerse con la educación. A través de los Centros de Formación Técnica, se ofrece a los alumnos la posibilidad de desarrollar competencias laborales en condiciones de estudio muy similares a las laborales y con una oferta formativa perfectamente alineada con las necesidades de la industria.
Más allá del momento complejo que está viviendo hoy la minería, es clave mantener una visión de largo plazo con un foco en los desafíos futuros en capital humano. La demanda por ejecutivos especializados va a estar, por lo que las empresas que quieran ser competitivas deben contar con políticas de capacitación, que faciliten la transferencia del conocimiento hacia y entre sus trabajadores, con el fin de ser competitivas y exitosas en los años venideros.
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