¿Es el patriotismo una virtud?

Ignacio Serrano, Director Centro de Estudios Tomistas“Después de Dios, a los padres y a la patria es a quien más debemos”

(Sum. Theol. II-II, q. 101, a. 1)

Los antiguos no dudaban que el patriotismo era una virtud, el que integraban junto a la piedad y al respeto por los padres, sus ancestros e incluso sus divinidades.

Sin embargo, cabe preguntarse si sigue teniendo vigencia el patriotismo como un valor.  Para algunos, representa la peor herencia de los siglos XIX y XX, con toda su carga de nacionalismo y de discriminación ante los que se consideran extraños y enemigos de la patria. De acuerdo a otras visiones, ha perdido validez producto de la globalización y de la proliferación de instituciones sin fronteras a las que se les debe mucha más fidelidad y compromiso que a la propia patria.

¿Cuál es el sentido del patriotismo en la actualidad?  Me parece que la clave para que el “patriotismo” recupere su condición virtuosa está en comprenderlo, no como un deber autoimpuesto de proteger la nación, sino como un sentimiento de gratitud y de dependencia.

Este patriotismo que nace del re-conocimiento se opone a los nacionalismos irracionales y puede muy bien coexistir con la apertura al mundo. Su criterio es el amor, no el odio. No es algo exclusivo y excluyente, sino que quiere que otros puedan participar de él, o al menos, intenta que otros también puedan gozar de su propia patria.

La contingencia avala mucho de lo señalado. El sufrimiento de todos aquellos que han sido despojados de su tierra, atestigua justamente el valor de lo perdido.  Ellos sólo quieren volver a vivir en la tierra de sus padres en paz.  Este es un tiempo, también, para que en Chile podamos revalorar y cuidar lo mucho que tenemos: heredamos de nuestros padres un hogar-patria; esta casa común es nuestro mejor y más precioso patrimonio.

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