Por más de 13 años, la institución de desarrollo social está presente entre Arica y Chiloé apoyando el sueño de los emprendedores que anhelan salir adelante y aportar a sus familias y entorno. Esta ayuda también llega a grupos de la población que está excluida socialmente y que, por lo tanto, tienen mayores niveles de vulnerabilidad.
Hace más de dos años, Fondo Esperanza (FE) cumplió uno de sus anhelos: llegar con su Servicio Integral –servicios microfinancieros (microcréditos y microseguros), capacitación y redes de apoyo – a los segmentos más excluidos de la sociedad: la cárcel. Si bien comenzó como un piloto, cada día son más los centros penitenciarios del país que se benefician del trabajo que realiza la institución. Primero fue Osorno, luego Linares y Quillota, hoy es el turno de Victoria y Traiguén.
“Proyectándose hacia el futuro” y “Libertad” fueron los nombres escogidos por estos emprendedores, para bautizar a sus grupos solidarios compuestos por tres y cinco microempresarios, respectivamente. “Cuando se nos presentó la coyuntura de formar un Banco Comunal con estas características, lo vimos como un gran desafío, había ansias de tomarlo, pero con el temor de cómo iba a funcionar y si tendría una buena recepción”, señala el asesor Denis Contreras. A lo que agrega: “Para mí ha sido significativo, es un reto interesante porque muchas veces decimos que nuestros emprendedores tienen pocas oportunidades y como institución queremos dárselas, pero ellos tienen muchas menos”.
Si bien, al inicio de la conformación de estos Bancos Comunales (BC) tuvieron ciertas inquietudes, hoy no dudan en expresar su agradecimiento a Fondo Esperanza y a todos quienes hicieron viable que esta ayuda se concretara. “Es una excelente posibilidad la que nos están dando, no cualquier persona o medio llega acá, se les agradece de todo corazón por la confianza. ¡No se preocupen que no los vamos a defraudar! De esta pequeña semillita que hemos ido sembrando, vamos a hacer un árbol bien fuerte y constituido para salir adelante”, manifiesta uno de los beneficiarios, Claudio Rifo.
Los integrantes de estas agrupaciones, que se reunirán cada 15 días para las sesiones de capacitación, realizan artesanías en cuero y madera; sus familiares son los responsables de mostrar y vender cada una de estas piezas hechas 100% a manos y el Encargado Laboral del centro, es quien tiene el compromiso de pagar las cuotas. Todo el dinero recaudado estará destinado a sus familias, cuentas de ahorro y gastos personales.
Para la Subgerenta de la zona Sur Austral de FE, Carolina Fontealba, esta iniciativa representa la profundización de los servicios que entrega la institución. “Es ver cómo nos abrimos a un segmento aún más vulnerable, lo que nos alienta a continuar. Además, es una forma de desarrollar la cadena solidaria entre todos los emprendedores, que lo vean como una forma de reinserción ya que el tema penitenciario se ve sólo como castigo, entonces ahí aportamos con un granito de arena”, indica.
A la entrega del primer microcrédito del BC de Victoria, asistieron la Jefa Regional de Gendarmería, Patricia Belmar, el Alcaide del centro, Álvaro Rivas, el Encargado Laboral, Sargento Primero Osvaldo Leviñir, además de representantes de Fondo Esperanza.
“Esperamos que la entrega del Servicio Microfinanciero Integral les permita reconocerse como individuos y microempresarios; como parte del sustento familiar, de una agrupación, de reconstruir la confianza en otros y en ellos mismos. Esperamos que sea una instancia de aprender y nosotros de ellos también. Este trabajo lo comenzamos hace más de un año y por fin hoy da frutos, pero de forma doble”, dice la Encargada de Banco Comunal de FE, Verónica Toro. “El objetivo es poder cumplir con nuestra misión a cabalidad en familias y emprendedores que necesitan una segunda oportunidad, en una sociedad que muchas veces no está dispuesta a darla”, finaliza.
Banco Comunal
Un Banco Comunal es un grupo de 21 a 25 personas que viven y/o trabajan en un mismo sector y que se unen voluntariamente para obtener servicios microfinancieros (microcréditos y microseguros), capacitación y fortalecer sus redes de apoyo. Esta metodología busca fomentar la organización y la solidaridad en las personas para el logro de objetivos comunes. A pesar que los integrantes de un BC desarrollan sus negocios de manera independiente, son coavales solidarios en el compromiso de pago del préstamo, lo que significa que si una persona tiene problemas con el pago, el BC estará ahí para apoyarla.
Estas organizaciones se reúnen semanal, quincenal o mensualmente para dar seguimiento al pago de los créditos y la evolución de sus negocios. En estas reuniones es donde se capacitan en la Escuela de Emprendimiento y se potencian sus redes de apoyo. Esta metodología es considerada mundialmente como una de las herramientas más exitosas para la superación de la pobreza.
Para más información visite http://www.fondoesperanza.cl
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