Funcionarios de Salud realizaron la primera versión del Programa de Transferencia de Información Técnica y de Conocimientos

Transferencia_5Como una manera de valorar el conocimiento y la experiencia del personal con más de 20 años de servicio, se llevó a cabo la primera versión del Programa de Transferencia de Información Técnica y de Conocimientos para funcionarios jóvenes del Servicio de Salud Araucanía Sur.

La Jornada de transferencia consistió en juntar a las personas que se jubilaran el próximo 31 de marzo con funcionarios nuevos, con no más de cinco años de antigüedad en la institución. “La idea en esta primera instancia, fue reunir a personas con experiencia dentro del Servicio de Salud y funcionarios con un máximo de cinco años de trabajo y que las personas que llevan más tiempo trabajando cuenten desde la experiencia, desde el saber hacer, cómo es trabajar en el servicio público, cómo es trabajar en salud y que eso en definitiva sea una forma de traspasar el conocimiento técnico y de experiencia de vida al nuevo funcionario” señaló Ana María Opazo, Jefa del Departamento de Desarrollo de las Personas.

La coordinado de la actividad, destacó “que la instancia de transferencia tuvo por finalidad generar una conversación, donde la gente pudo comentar cómo ingresaban al servicio, cuáles eran los requisitos que se pedían, cuál era el perfil epidemiológico de hace 20 años atrás, cómo era la organización y esa experiencia, desde el relato de la gente, pueda ser una forma de estimular el servicio público en las nuevas generaciones y establecer conversaciones entre generaciones distintas”, explicó.

La Jefa de Desarrollo de las Personas, comentó que la idea es instalar ésta jornada como parte de un programa de rescate del conocimiento y experiencia de nuestros funcionarios y que tenga por finalidad aprender a reconocernos mutuamente. Además, recalcó “que hay una intención de reconocer al personal antiguo desde lo que vivieron, que ellos sientan que pueden dejar algo. Por esta razón, luego de recoger estos testimonios elaboraremos un documento donde desde el relato histórico de la personas podamos transmitir los valores del servidor público”.

Experiencias

Mireya Caro Arriagada, actualmente Técnico Paramédico del Hospital Hernán Henríquez Aravena hace más de 30 años. Ingresó al Servicio Público el 2 de enero de 1971, donde su primer trabajo lo obtuvo en el Hospital base de Osorno para luego ser trasladada al Hospital de Rio Negro y posteriormente al centro asistencial de Loncoche. Se siente muy agradecida del Servicio de Salud – quien dice – le permitió educar a sus hijos y sentirse orgullosa de quienes son. El mensaje para las nuevas generaciones es que se pongan la mano en el corazón y sientan a cada paciente como si fuera su propio familiar, ellos dependen mucho de nosotros por eso debemos empatizar con su dolor.

María Palma Cares, Secretaria de profesión conocida como “maruja” por todos en el Hospital Hernán Henríquez, donde trabaja hace más de 35 años, fue Secretaria del Servicio de Psiquiatría hasta el año 1990 para luego trasladarse a la Sub dirección Médica donde se encuentra trabajando actualmente. A punto de jubilarse, nos comenta que extrañará mucho a sus colegas y amigos del hospital quienes han sido parte importante durante tantos años de su vida. “El mejor legado que puedo dejar a la nuevas generaciones es la actitud de servicio público que siempre he practicado y que se ha reflejado en la entrega al paciente, usuario o familiar que solicita mi ayuda”.

Ulda Cruces Santander, Auxiliar del Hospital de Nueva Imperial, ingresó al Servicio el año 1983 donde se desempeñó durante más de 30 años en el área de Lavandería y Costura. Para ella el mensaje más importante a las nuevas generaciones de funcionarios/as, es la responsabilidad y puntualidad. “El trabajar en equipo significa eso, que quienes dependen de tu trabajo siempre encuentren en ti un apoyo y eso le gustaba mucho a mi jefa, nunca le falle en la entrega de piezas de ropa para los distintos servicios del hospital”.

Evangelina Musante, Tecnóloga Médico de profesión trabaja actualmente en el Banco de Sangre del Hospital Hernán Henríquez Aravena, en la unidad de medicina transfusional. Con 40 años el Servicio, comenzó su labor profesional en el Hospital el Salvador de Santiago para luego trasladarse hasta Nueva Imperial y posteriormente ser parte del equipo del hospital más importante de nuestra región por más de 30 años. Para esta profesional lo más importante es la vocación y entrega que ha practicado con cada uno de sus pacientes, “mi vocación fue total, la pude desarrollar como yo quería con mis pacientes y sus familiares. Vi morir mucha gente, salve la vida a muchos también, pero todos y cada uno de ellos dejaron huellas en mí, ya que siento que entregue todo de mi parte por cada uno de ellos, lo que significó el reconocimiento de sus familiares y de mis pares, y eso me deja muy satisfecha y con la sensación de haber cumplido”.

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