El cierre definitivo del vertedero en Boyeco

boyecoEste sábado 17 de diciembre, a partir de las 7 de la mañana, comenzarán las actividades de diversas familias de comunidades Mapuche del sector de Boyeco ante el cierre definitivo del recinto vertedero municipal de Temuco, luego de años de incesante denuncia ante la severa contaminación que enfrenta este sector, cuyas acciones por respeto y justicia debieron enfrentar la inoperancia y racismo de diversas instituciones públicas del estado que por largo periodo hicieron vista ciego y oídos sordos ante una de las peores devastaciones causadas por el estado en el siglo 20 a comunidades Mapuche.

Las actividades que reunirán a la familia, se realizarán en la sede de Boyeco, km. 8 camino a Chol Chol y partirá con una rogativa mapuche – Llellipún a primera hora, luego intervenciones culturales y presentaciones artísticas.

Cabe recordar que en el año 1992 inició su funcionamiento el Vertedero Municipal Boyeco. En él, y hasta la fecha, se depositan los residuos sólidos de las comunas de Temuco y Padre las Casas, agregándose incluso otras comunas de la Provincia de Cautín,  con un volumen que se estima en unas 15 mil toneladas de basura mensual, lo que sería alrededor del 60 % del total de los volúmenes de residuos que hay en la Región.

Dicha instalación está ubicada en el camino Temuco a Chol-Chol  en un terreno de 18hc/48hc, funcionando a metros de una escuela pública y un consultorio de salud construido el 2010 frente al recinto. Asimismo, el vertedero  afectó dos esteros (Cuzaco Pelahuen y Tromen) de vital importancia para el sector, existiendo además una severa crisis hídrica, con distribución de agua en camión aljibes, sin que hasta la fecha se establezcan las redes de agua potable rural para su población, a pesar de las emergencias.

Asimismo en sus cercanías se ubican importantes lugares para la cultura mapuche que han sido afectados, como menoko, mallines, lugares históricos y hasta un cementerio en sus inmediaciones que no se ha escapado de los microbasurales ante el botadero que hacen afuerinos, tal cual ocurre en numerosos predios y caminos en el radio del sector.

La existencia del basural afectó toda la vida social, cultural, económica y ambiental del territorio, quienes además, han debido soportar la existencia de una serie de micro basurales ilegales en el sector, en diversos caminos colindantes de las comunidades, sumándose situaciones de inseguridad por el descontrol de población flotante afuerina, jaurías de perros y los constantes malos olores en el sector.

Durante veinticuatro años, cientos  de familias han tenido que vivir al lado de la basura, de la contaminación y destrucción de sus espacios de vida cuestión que no había sido prioridad para autoridades ni instituciones. Justamente, como han denunciado las propias familias y consta en informes de organismos de Derechos Humanos como el Comité de la ONU para la eliminación de la discriminación racial (CEDR) y el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH),  han tenido que cargar por todos estos años con una serie de afectaciones sico sociales, ambientales, de salud y medio ambiente, y con la responsabilidad de diversas administraciones públicas tanto local como nacional,     existiendo una deficiente política de ordenamiento territorial en estas materias y en gestión de residuos, la que incluso en algún momento, como fue en la aprobación del estudio de impacto ambiental el 26 de diciembre del año 2001, pretendía mantener hasta el año 2025 el funcionamiento del recinto, luego, incluso, se pretendió extenderlo hasta el año 2050, sin embargo ante las constantes denuncias y movilizaciones y particularmente en los últimos años a través de la Mesa Territorial de Salud Mapuche de Boyeco, se logra finalmente que se establezca un plan de cierre el que se cumple este 16 de diciembre del 2016, lo que no estuvo exento de conflicto, ya que hubo intentos de la Municipalidad en junio de este 2016 de querer prorrogarlo dos años más, lo que significó una serie de movilizaciones de las comunidades.

Cabe señalar que parte de las denuncias de las comunidades fueron constatadas en resoluciones de la SuperIntendencia del Medio Ambiente y el Tribunal Ambiental, determinando la mala administración del recinto que ha generado una severa contaminación de las aguas con prohibición para el consumo humano, agrícola y animal. Asimismo, está la afectación de todas las unidades productivas que ha obligado a cambiar las fuentes económicas de su población, varios obligados a vivir de recolectores y con inseguridad e incertidumbre laboral, en efecto, cientos de familias recolectoras están cesantes a causa del cierre del vertedero, quienes aportaron activamente a disminuir el debacle causado por el descontrol de la basura.

Organizaciones  sociales han señalado que es urgente una política sobre residuos  en la Región, con  el involucramiento activo e integral de las  instituciones públicas, con diversos servicios competentes y municipios, para urgentes medidas de tratamiento, reparaciones e iniciativas efectivas sobre disminución real de recintos y de volúmenes, de manera sustentable a través de acciones e iniciativas sobre reciclajes y reutilización, no así con plantas incineradoras como pretende la Municipalidad de Temuco en su propuesta post cierre del vertedero Boyeco y que ha sido rechazado de plano por organizaciones ciudadanas como la Red de acción por los derechos ambientales (RADA).

Por: Área comunicaciones Red por la Defensa de los Territorios

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