Minvu se dispone para cerrar exitosamente los campamentos catastrados durante el 2011

imagen-puconTrabajos finalizarán el 2017.

Hace 20 años, cientos de familias chilenas vivían en asentamientos precarios, presentando importantes carencias materiales, como viviendas inadecuadas, ausencia de servicios básicos, agua potable, luz eléctrica y accesos irregulares; del mismo modo, estas personas tenían informalidad e inestabilidad en los puestos de trabajo y marginalidad respecto de las oportunidades que ofrecía el país.

Tras la elaboración, en 1996, del Catastro de Campamentos y Asentamientos Precarios, por parte de la Universidad de Chile, por encargo del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) y el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis), los resultados arrojaron que existían más de 500 mil personas habitando en 972 asentamientos precarios, localizados en 213 comunas de Chile. Se creó, por tanto, el Programa “Chile Barrio”, quien entre 1997 y hasta el 2006 realizó una acción integrada, logrando abarcar un universo total de 105.888 familias.

Posteriormente, durante el 2006 se creó la Línea de Atención a Campamentos (LAC), plan de emergencia para familias en situación de campamentos y que no estaban siendo atendidas. El Minvu asumió esta gran tarea, entregando soluciones a los 490 campamentos y 20.599 familias bajo esta condición.

Catastro 2011: El mapa Social de Campamentos

Para llevar a cabo el Plan Integral de Campamentos del año 2011, fue fundamental contar con un diagnóstico actualizado de la realidad de los campamentos y sus familias. Bajo este proyecto, el Minvu asumió por una parte llevar a cabo una estrategia de atención integral para campamentos; y por otra, contribuir a la superación de la pobreza extrema de 27 mil familias al interior de 657 campamentos del país, de los cuales 23 pertenecían a la región de la Araucanía.

La seremi de Vivienda y Urbanismo, Romina Tuma, explicó que durante años las políticas habitacionales apuntaban a disminuir el déficit habitacional de las familias chilenas; la solución a quienes vivían en asentamientos o campamentos, en tanto, se realizaba a través de acciones paralelas.

“Las actuales políticas habitacionales impulsadas por la Presidenta Bachelet, hoy han podido incorporar flexibilidad en los actuales instrumentos, permitiendo que todos puedan tener acceso a la solución de sus particulares necesidades. El incremento de los actuales subsidios indica que incluso algunas familias organizadas, de sectores con menos recursos, han podido acceder en sólo un año al beneficio que da paso al inicio de obras de sus futuras viviendas, dignas y de calidad”.

“La inversión en La Araucanía, a partir del último catastro del año 2011, supera los 4 mil 400 millones de pesos, dando solución a 23 campamentos compuestos por un total de 804 familias. Por último, durante el año 2017, la región dará por terminada la intervención del Minvu, con respecto al catastro registrado el año 2011, puntualizó.

El Director (S) del Serviu, Pablo Campos, dio énfasis al avance en términos cualitativos de la actual política habitacional, que ha significado mejoras en la superficie de las viviendas, reconociendo las particularidades de los grupos familiares que vivirán en ellas y con una materialidad adecuada al lugar en que se emplazarán. “Quiero destacar el esfuerzo en mejorar la localización de los nuevos conjuntos habitacionales, lo que incide directamente en la calidad de vida de esos nuevos barrios”, finalizó.

El exitoso caso de Carahue.

El campamento Villa Portales fue el hogar para familias de Carahue durante 30 años. Luego de su primer triunfo, al sanear sus terrenos, fueron catastradas en 2011, comenzando el trabajo de inmediato. A través de los llamados Gastos de Traslado Transitorio, se pudo entregar soluciones de arriendo a los beneficiados, mientras comenzó el proceso de relocalización. Este ultimó finalizó con la firma del inicio de obras, realizado en diciembre de 2015, llenando de felicidad a las familias.

Don Feliz Muñoz Hurtado, con 55 años, vivió por más de 15 años en el campamento. “Estoy contento de saber que éste es el último invierno que le toca vivir en malas condiciones, ya que en unos meses más podre junto a mi familia disfrutar de la anhelada casa propia”, señaló emocionado. Cecilia Muñoz Poblete, con más de seis años viviendo junto a su pareja y sus tres hijos en el lugar, dijo sentirse muy contenta, ya que desde su llegada del campo en busca de mejores oportunidades para sus hijos, no pensaron nunca que iban a poder cambiar la casita que con tanto esfuerzo habían obtenido.

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