La edad no es un problema para uno de los deportes más tradicionales y antiguos del mundo; concentración, actitud y ganas son algunas de las características que se requiere para ser destacado, tal como las dos jóvenes promesas de La Araucanía.
Dos jóvenes del Centro de Formación Técnica Santo Tomás Temuco son apuestas seguras para formar parte de la “Copa Chile 2016” que organiza Federación Deportiva Nacional de Taekwondo a lo largo de todo el país.
El estudiante de Técnico en Administración, Fernando Biava (26) y Eduardo Arias (23), de Técnico en Enfermería definen el Taekwondo como el deporte que los verá morir… Sí, basta con conversar con ellos para capturar la emoción y pasión que les genera la disciplina de las patadas y posiciones.
Un futuro promisorio
Fernando Biava; es cinturón negro, segundo Dan y pre seleccionado nacional. En su categoría de menos de 63 kilos, en la primera etapa de la Liga Nacional – que se realizó el pasado 03 de septiembre en Viña del Mar- se posicionó en cuartos de final logrando sumar puntos para la final.
No hay joven sin convicciones, dirían algunos. Es por eso, que Biava con sus ideas y proyecciones claras, nos dijo ciertas verdades del Taekwondo: “Cualquier persona puede practicar todo tipo de deporte, la diferencia está en que si tú quieres ser competidor, te preparan para la competencia. Nosotros tenemos compañeros en nuestra escuela desde los 5 hasta los 70 años edad, así es que va a depender de las ganas que uno tenga. Uno mismo debe anhelar los sueños que se propone”.
El segundo Tomasino es Eduardo Arias; cinturón negro, primer Dan y seleccionado Regional. En su categoría de menos de 80 kilos del encuentro en Viña del Mar, mostró ser uno de los favoritos para la gran final en noviembre. Pese a que su experiencia recién pasada lo cataloga como fuerte, su estrategia es una sola: “Son tres fechas para llegar a una cuarta que es la final, por lo que en la primera instancia había que entrar fuerte así marcar presencia para las siguientes etapas. La idea ahora es mejorar los errores que cometí para no volver a cometerlos”.
La decisión
Fernando conoció el Taekwondo por una simple curiosidad ya que mientras caminaba por la calle, escuchó gritos de la que sería su futura escuela. Dejando de lado uno de los deportes que más mueve montañas, el fútbol. El caso de Eduardo fue diferente, ya que él conoció el deporte de las mil posiciones, en el liceo; cuando un profesor se acercó con un programa de entrenamiento. Y es ahí, cuando el lazo con las artes marciales se fue uniendo cada vez más.
Pese a que el medio que los llevó a conocer el Taekwondo es distinto, ambos concuerdan en que para lograr los objetivos deportivos hay que tener una preparación física y por sobre todo mental, con una “mente ganadora”.
Por estos días, se preparan para la segunda etapa de la Liga Nacional de Combate Adulto de Taekwondo; instancia, que se desarrollará el próximo 15 de octubre en Chillán y, que por lo pronto, los hace concentrarse aún más en sus objetivos personales.
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