Señor Director:
En referencia al voto útil, de la columna de Gonzalo Rojas en el diario El Mercurio del 27 de septiembre y, sobre lo mismo, las declaraciones de algunos piñeristas, en especial las de Mario Desbordes, quisiera creer que, al menos, el mundo militar – activos y en retiro – donde todos tienen derecho a voto, en esta oportunidad no se confundirán. Es muy distinto ser – una vez más – “los tontos útiles”, a ser consecuentes con los principios éticos de la profesión militar a través de un voto útil, en perfectamente sintonía con la trayectoria y honestidad de José Antonio Kast.
Al respecto, quisiera rescatar las palabras de Humberto Maturana Romesín, escritor y premio Nacional de Ciencias (1994), quien en una reciente entrevista afirmó: “en los partidos políticos hay una crisis moral pero más importante aún, una crisis ética”.No podría estar más de acuerdo. Por lo mismo, este nuevo candidato Presidencial llamado José Antonio Kast creo que ha conquistado no solo la mayoría de los corazones de los integrantes de las Fuerzas Armadas, sino también gran parte de todos aquellos que están aburridos de lo políticamente correcto. De aquellos que quieren rescatar los valores de una República sana. De aquellos chilenos que respetan a sus autoridades y que también quieren que sus autoridades respeten a todos los chilenos.
Creo que muchos ciudadanos tienen algo en común con este candidato: su honestidad, su sinceridad, su valentía para hablar solo con la verdad. Un candidato que no tiene un doble discurso. Un político con liderazgo social y que además de ser inteligente y muy capaz, también tiene la sensibilidad para ponerle rostro a las necesidades de los más necesitados.
Los números son importantes, pero no suficientes. El ser humano ama no solo a quien le exige, sino también a quien lo cuida, lo escucha, lo valora. A quien le dice la verdad. A quien, con su honestidad y trayectoria pública ejemplar, les demuestra a los ciudadanos, que existen los verdaderos políticos.
Un hombre que al pan, lo llama pan y al vino, vino. Un político que no se escapa por los cerros de Úbeda.
Christian Slater Escanilla
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