Las mujeres en Chile son bajas, de cara más bien redonda, curvilíneas y sedentarias. Eso no es ninguna novedad, pero sí son factores determinantes a la hora de hablar del cuerpo de las chilenas.
Según un estudio realizado por la revista científica eLife la estatura promedio de las chilenas es de 1.59 cm. Y aunque hayan crecido 11 centímetros en los últimos 100 años, están en el lugar 92 comparadas con otros países.
Siempre su opuesto han sido las europeas, a las cuales se les atribuye una mayor delgadez, altura y distinción en el caminar.
Bajas y caderonas
Según explica el doctor Roberto Prado, cirujano plástico y miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica (SCCP), efectivamente la mujer chilena es de piernas gruesas y cortas y de busto grande. Es de caderas anchas y en la medida que pasan los años, comienzan a acumular grasa en el abdomen.
Es por ello que a partir de los 30 años en la mujer una de las operaciones más solicitadas es la liposucción y abdominoplastía, las que aumentan exponencialmente a los 35 cuando las mujeres han sido mamás.
Otra operación que también se ve con frecuencia en mujeres, jóvenes y adultas es la reducción mamaria, pues las mamas muy grandes no sólo causan diversos problemas debido al tamaño y el peso, como dolor de espalda, cuello y hombros, sino que también irritaciones de la piel debajo de ellas.
Y si bien, en promedio, la mujer chilena es de caderas anchas, ello no es sinónimo de tener glúteos prominentes como las Kardashian.
Según cuenta el doctor Prado, un motivo recurrente de consulta es el aumento de glúteos, pero al ser una zona bastante incómoda para el post-operatorio, no es muy alto el número de este tipo de operaciones que se llegan a concretar.
Malos hábitos
Según datos entregados por el INE, el 67% de las chilenas se ha sometido a una dieta para bajar de peso, cerca del 70% no hace ningún tipo de ejercicio y un 4,3% padece de problemas de obesidad.
En resumidas cuentas, la chilena es más bien inactiva y no hace mucho deporte, lo que se traduce en pérdida de tonicidad a temprana edad, aparición de celulitis desde la adolescencia y en acumulación de grasa en zonas como abdomen y muslos.
Y aunque en los últimos años ha habido un aumento por deportes como el running, aún este incremento no logra convertirse en hábito entre las chilenas y sigue más bien ligado a un evento social que a un cambio de vida sustentable en el tiempo.
El problema es que no se ve que este panorama vaya a cambiar, si consideramos que Chile actualmente se encuentra en el 6° lugar mundial en obesidad infantil y en el primer puesto en América Latina, según informó recientemente el Instituto de Nutrición y Tecnología de los Alimentos (INTA).
Rostros ovalados
Respecto al rostro de las chilenas, el Doctor Prado cuenta que las facciones son más bien toscas, pero que en general encajan armónicamente en un rostro ovalado.
“Siento que las chilenas no aspiran a cambiar su rostro de manera radical, son muy pocas las que no están conformes con esta parte del cuerpo y suelen hacer pequeños retoques para estilizar, alargar y levantar”.
Es por ello que más que operaciones en el rostro, las mujeres se hacen procedimientos no invasivos que buscan recuperar la tonicidad de la piel, atenuar arrugas y levantar la nariz y pómulos, concluye el cirujano plástico.
Cirujano plástico y reconstructivo, miembro de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica, acreditado por CONACEM.
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