Este proceso impacta a todo el entorno del niño o niña, por lo que la familia es un participante activo y primordial de este cambio.
Marzo ya está aquí y comenzamos a despedir las vacaciones mientras que muchos niños se preparan para ir por primera vez al jardín infantil o al colegio. Se trata de un hito socialmente muy importante, que exige a los niños y niñas incorporarse repentinamente a una cultura distinta a la vivida por años, lo que representa importantes desafíos.
Es fundamental que los niños y niñas puedan vivir esta transición de forma positiva, gratificante y como una oportunidad para aprender de manera entretenida a través de juegos y nuevas experiencias.
Este proceso impacta a todo el entorno del niño o niña, por lo que la familia es un participante activo y esencial de esta transición. Es por ello que Integra, con 27 años de experiencia entregando educación parvularia de calidad en más de 1.200 jardines y salas cuna en todo Chile, comparte algunas recomendaciones para que la familia pueda apoyar la transición desde el jardín infantil a la escuela o desde el hogar al jardín infantil.
La educadora de párvulos y coordinadora técnica del Departamento de Educación de Integra Araucanía, Jessica Valderrama, indica que esta preparación “requiere principalmente la convicción de la familia de que el jardín infantil abre una ventana de oportunidades, de experiencias, aprendizajes, juegos y descubrimientos que no es comparable a ningún otro lugar”.
Agregó que “hoy en día, el ingreso al jardín infantil no se vincula sólo a la satisfacción de la necesidad de la familia de contar con un lugar seguro y confortable para los niños y niñas mientras los adultos desarrollan sus actividades laborales, sino que apunta a brindar igualdad de oportunidades a los niños y niñas para alcanzar su desarrollo pleno y felicidad”.
Por ello, ¿cómo podemos acompañar a nuestros hijos e hijas en esta transición? Aquí algunos tips.
· Hable con el niño o niña sobre las nuevas experiencias que vivirá, con una mirada positiva al cambio, explíquele que tendrá nuevos amigos y aprenderá cosas nuevas.
· Lleve a su hijo a conocer el jardín o colegio. Es una buena manera de acercarlo a esta nueva etapa: muéstrele su sala, el baño y los juegos para que se sienta más seguro.
· Los hábitos y horarios de alimentación y sueño se modifican con la entrada al colegio o al jardín infantil. Es importante adecuarlos con anterioridad para evitar un cambio drástico en las rutinas diarias.
· Una vez que el niño o niña comienza a ir, recomendamos que la asistencia sea lo más continua posible.
· No le mienta, ni salga a escondidas de la sala. Explíquele que se irá, pero que volverá a buscarlo más tarde.
· Evite traspasarle sus miedos y aprensiones. Si se muestra seguro y tranquilo, será más fácil para ellos/as.
· Al igual que un adulto, un niño se puede poner nervioso ante los cambios. Por eso, respete sus sentimientos y la forma de expresarlos. Es importante contenerlos, sin reprochar el llanto, “pataletas” u otras reacciones. Ayúdele a recuperar la calma por medio del cariño y la comprensión.
· Cuando el niño o niña lo requiera, es posible sugerir al apoderado que lo acompañe durante un momento de la jornada. El tiempo de permanencia del adulto se podrá disminuir gradualmente, a medida que el niño o niña se sienta más seguro y confiado.
· Generar instancias de intercambio de información acerca de procesos importantes para los niños y niñas con el equipo del jardín, tales como modificaciones en la alimentación, inicio o progresos asociados al control de esfínter, evolución de enfermedades o tratamientos médicos, etc.
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