Experto británico de la Red de Educación Cognita, Bob Findlay, que estará esta semana en nuestro país, advierte que la enseñanza del inglés se debe iniciar en la etapa pre escolar y contar con un fuerte compromiso de la familia. El consultor viajará a Temuco y Puerto Montt para supervisar la metodología que se aplica a los alumnos.
Una visita a los colegios Pumahue de Santiago, Puerto Montt y Temuco realizará el destacado educador británico Bob Findlay con el fin de colaborar y supervisar la calidad de la enseñanza del idioma inglés en los alumnos de Chile.
Findlay es consultor de Cognita, con más de 30 años de experiencia asesorando a colegios en más de 20 países, y su propósito es capacitar a los profesores de inglés para que impartan clases desde la etapa preescolar.
“El mayor reto es que los profesores de inglés en Chile estén entrenados para enseñar el idioma desde temprana edad. La manera como se enseña a un niño de quinto básico es muy distinta a la de un párvulo y es necesario contar con académicos capaces de cambiar su metodología y depurar errores para que no se transmitan a los alumnos. El profesor debe ser capaz de ir al ritmo del niño e ir cambiando las actividades, vinculándolo con su plan pedagógico”, sostiene el educador.
El déficit de Chile en inglés es muy alto
Según un estudio elaborado por la Universidad de Cambridge, apenas el 3% de los chilenos adultos es capaz de entender un programa de televisión en inglés. Otro test aplicado por la misma institución a 11 mil alumnos de 8° Básico y IV Medio en nuestro país evidenció que sólo un 5% de los jóvenes posee un manejo “intermedio” del idioma.
El profesor Findlay piensa que para que Chile supere este déficit es imperioso cambiar la malla curricular chilena, que incluye el idioma a partir de quinto básico, y que se debe bajar la edad para que los niños lo comiencen a aprender antes. “Para que dominen el idioma deben aprenderlo desde temprana edad”, asegura.
Agrega que el niño que empieza en edad temprana su acercamiento al inglés adquiere más control sobre la gramática, fonética y en el proceso lingüístico. “El aprendizaje de una segunda lengua estimula el crecimiento neuronal y las conexiones entre neuronas, generando beneficios no sólo en el aprendizaje de su propio idioma nativo, sino en otras áreas de la función cognitiva, como, por ejemplo, la memoria y los procesos del pensamiento. El niño que comienza antes presentará mejores habilidades”, dice.
En el caso de los colegios de la red Cognita señala que cumple un papel relevante considerando el bajo nivel de inglés que se habla en Chile. “Nosotros enseñamos el idioma desde párvulos. Para ello, es necesario incrementar el número de actividades en inglés, involucrar a los padres y la familia, y generar programas de enriquecimiento extracurriculares y mayores oportunidades internacionales a nuestros alumnos”, finaliza.
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