La certificación de origen alemán propone edificaciones de casi nulo consumo energético y bajas emisiones, posicionándose como uno de los más rigurosos de la industria.
El objetivo es convertirse en una herramienta para combatir la contaminación atmosférica en Chile, como lo está demostrando exitosamente en países en Europa, América de Norte y China.
En el marco del cambio climático global, la certificación de edificación Passivhaus se ha consolidado en Europa, América de Norte y China, principalmente por la madurez de sus soluciones a nivel global y la sencillez del propio protocolo de certificación, considerándolo como la solución al impacto que generan las edificaciones convencionales para el medio ambiente, que representan aproximadamente un 40% del consumo de energía a nivel global (United Nations Enviromental Program) y el mayor aporte en las emisiones de CO2.
Considerando que, según Greenpeace, Chile cuenta con siete de las ciudades más contaminadas de Latinoamérica, entre las que Padre Las Casas y Temuco encabeza la lista, el Instituto Passivhaus Chile eligió la Región de La Araucanía para realizar el lanzamiento en nuestro país, situándose como la primera filial latinoamercana del Passive House Association (iPHA), matriz internacional con casa matriz en la ciudad de Darmstadt, Alemania.
El Instituto Passivhaus Chile es una fundación abierta, sin fines de lucro, que tiene como objetivos promover, enseñar, facilitar y certificar los principios y estándares de PassivHaus en Chile, para el diseño y desarrollo de construcciones verdaderamente eficientes en energía, cómodos y asequibles, dando a conocer los beneficios y oportunidades de construir protegiendo el medio ambiente, mejorando la calidad de vida de las personas y, por consiguiente, asegurando el abastecimiento energético para años venideros.
“De hecho, en más de una ocasión, Nacionales Unidas ha recomendado la certificación Passivhaus como una herramientas para combatir el cambio climático desde la edificación. Está presente en todo el mundo, especialmente consolidado en la Unión Europea, tras los acuerdos que se han tomado para combatir el cambio climático, como el Acuerdo de París (COP21) y el ZEBRA 2020, que tienen como meta aumentar los metros cuadrados de Edificaciones de Consumo Energético Casi Nulo (EECN), donde el estándar Passivhaus es considerado en Gold Estándar”, explica la Dra. Alejandra Schueftan, directora de Investigación y Medioambiente del Instituto Passivhaus e Investigadora de Instituto Forestal (INFOR).
Por esa misma razón, ofreció esta mañana un seminario de alto nivel en conjunto con la Universidad Autónoma de Chile, en el Auditorio Juan Pablo Laporte. Bajo el título “Passivhaus, estrategia clave en la defensa del medioambiente”, el evento contó con renombrados expositores nacionales e internacionales, entre los que destaca Germán Velásquez, arquitecto español, socio de VArquitectos, y desarrollador de la Torre Bolueta en Bilbao, el edificio Passivhaus más alto del mundo.
“Esta alianza con el Passivhaus Institut Chile da cuenta de la relevancia que la construcción sustentable tiene para nuestra Facultad. Su correcta aplicación es uno de los pilares en la formación de nuestros alumnos y una constante en nuestras líneas de investigación. Ponemos a disposición de la comunidad y del mundo de la construcción los servicios del laboratorio de eficiencia energética del Centros de Transferencia Tecnológica de la Construcción de manera de contribuir directamente a ciudades menos contaminadas y a un entorno más saludable”, destaca Daniel Schmidt, Decano de la Facultad Arquitectura y Construcción de la Universidad Autónoma de Chile.
“Hemos dado puntapié inicial a nuestros eventos en La Araucanía con el objetivo de visibilizar la problemática ambiental de la región y aportar mejoras concretas y con resultados comprobables a nivel mundial para combatir las emisiones que aportan las edificaciones a nivel global y avanzar más allá de las regulaciones normativas del momento, con una certificación altamente rigurosa y con 30 años de trayectoria en el mundo”, sostiene Alejandra Schueftan del Instituto Passivhaus.
De hecho, muchos países en Europa no solo están aplicando la certificación a viviendas nuevas, también han iniciado la adecuación de viviendas ya construidas, incluso patrimoniales, con un sistema de retrofit. En China, por su parte, Passivhaus está penetrando fuertemente. A fines de este año, alcanzará casi el millón de m2 desarrollados y en septiembre próximo será por primera vez sede de la Conferencia Internacional Passivhaus.
En Chile, la tendencia de certificación Passivhaus en edificios residenciales ya tiene su primera experiencia en construcción, validada por el Passivhaus Institut (PHI), matriz oficial de esta certificación ubicada en Darmstadt, Alemania. Se trata del proyecto Eloísa de Inmobiliaria Urbes, desarrollado con aportes de Vantrust Capital e Inmobiliaria FG, el cual tendrá una inversión aproximada de US$ 20 millones.
El Instituto Passivhaus Chile anunció que además se acaban de inscribir al proceso oficial de certificación Passivhaus dos proyectos habitacionales nuevos, que se desarrollarán en la comuna de Providencia, en la Región Metropolitana, y otro en Concepción. Prontamente, se sumará al proceso de certificación un desarrollo inmobiliario en Frutillar y hay conversaciones muy avanzadas para que próximamente se inicie un proyecto residencial en Temuco y Valdivia.
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