Sr. Director:
Ya esta más que claro que los Partidos Políticos están en total descrédito. Sean estos los tradicionales o los otros, esos tan difíciles de encasillar en una ideología política y que todos los días se cambian el nombre.
De la izquierda tradicional, ni hablar. Totalmente desarticulada y peleándose las migajas. La derecha, un desastre, bajo cuya tienda —tras el vacío de poder y liderazgo— cualquier cosa puede suceder.
En la otra vereda, 7 millones de habitantes, que no votaron, desencantados, desconfiados y aburridos de los partidos políticos. ¿La verdad?: ¡hastiados! No quieren saber nada de aquellos y menos, de sus corruptos procedimientos para alcanzar y mantenerse en el poder. Cúpulas políticas que, para el logro de sus intereses personales, nuevamente han secuestrado a la democracia, burlándose de sus escasos e ingenuos seguidores y simpatizantes.
Solo nos queda echar mano al último recurso nacional: LOS PATRIOTAS. Aquellos que por sobre sus ideologías políticas estén dispuestos a hacer una tregua para salvar a Chile. Esos que aman su libertad y felicidad tanto como la de los demás chilenos. Esos que están dispuestos, no por un millonario sueldo de senador o diputado, a arreglar los bolsillos de los más necesitados.
Hombres y mujeres con un mismo sueño común. Una patria donde no se perjudique a nuestras familias y menos a nuestros hijos, aunque para ello debamos luchar contra el Gobierno de turno, los partidos políticos, el Congreso o las leyes.“Un facultad y soberanía que tiene el pueblo, cuando así lo juzgue conveniente”. Comentario en la Aurora de Chile, del 22 de octubre de 1812. Hace más de 200 años, cuando aún no sabíamos de la existencia de los Partidos Políticos y su incompatibilidad con la democracia.
Christian Slater Escanilla.
Coronel de Ejército.
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