El senador de La Araucanía y presidente de la Cámara Alta, Jaime Quintana, cree que, aunque los proyectos de la diputada Camila Vallejo y del Ejecutivo apuntan a dos ámbitos distintos, `es probable que se pueda conciliar´”. Asimismo, el legislador afirmó que “este es un debate que hay que hacerlo en serio, serenamente, y con todos los elementos sobre la mano”.
La reducción de la jornada laboral sigue marcando pauta y provocando expectativas en la ciudadanía respecto a una materia altamente sensible como es la posible rebaja de las horas de trabajo.
Así lo revela la encuesta Cadem en su último sondeo, cifrando en 63% el respaldo ciudadano a la propuesta del gobierno que rebaja de 45 a 41 horas semanales con flexibilidad de horario. Mientras que la iniciativa de la diputada Vallejo, que plantea la rebaja inmediata y sin flexibilidad de horario, sigue mostrando un fuerte apoyo de 70%.
En ese sentido, el senador de La Araucanía y presidente de la Cámara Alta, Jaime Quintana, expuso que “esto hay que analizarlo con bastante premura, sin la calculadora, sin encuestas necesariamente sobre la mesa, hay que escuchar a los expertos, al mundo productivo, al mundo del trabajo y ver cuáles pueden ser los impactos”.
Los proyectos
Por un lado, reflotó el proyecto impulsado desde 2017 por la diputada comunista, Camila Vallejo, que busca reducir el tiempo de trabajo de 45 a 40 horas semanales.
En concreto, se remite a reducir el tiempo semanal que se dedica al trabajo con el fin de acercarse al nivel de los países de la OCDE, asegurando que la modificación traerá consigo también un aumento de la productividad, tal como ocurrió en esos países cuando se implementó.
En paralelo, el Ejecutivo arremetió con otra moción que reduciría la jornada a “41 horas promedio”, a través del proyecto de flexibilidad laboral ingresado al Senado y que cuenta con suma urgencia.
En ese sentido, el presidente del Senado dijo que “yo siento que el proyecto del gobierno, de adaptabilidad laboral, va en una línea muy distinta a lo que ha planteado la diputada Vallejo, que es una rebaja integral para todos los trabajadores, (el proyecto del gobierno) se está haciendo en el marco de una adaptabilidad bien acotada a quienes tienen la posibilidad de negociar directamente empleador con el trabajador”.
El actual Código del Trabajo
Actualmente el Código del Trabajo fija en 45 el máximo de horas semanales que puede durar la sumatoria de jornadas laborales por semana.
Asimismo, el cuerpo legal vigente indica que hay cierto tipo de empleados que quedan exentos de ese límite, entre ellos “los agentes comisionistas y de seguros, vendedores viajantes, cobradores y demás similares que no ejerzan sus funciones en el local del establecimiento”.
También, en el presente la normativa permite sólo a los trabajadores que sean parte de una empresa con un nivel de sindicalización sobre 30%, negociar o pactar flexibilidad de jornadas laborales.
Competencia
A juicio del senador Jaime Quintana, “aquí es el gobierno el que se apresura y el que finalmente entra en una competencia con el proyecto de la diputada Camila Vallejo. Pero insisto, estamos hablando de proyectos que van en líneas bastante distintas. No es lo mismo tener una rebaja como lo plantea el gobierno de adaptabilidad laboral o flexibilidad como reza ese proyecto, en un país como Finlandia o Dinamarca que tienen niveles de desigualdad muy por debajo de lo que tiene Chile, donde quienes pueden negociar colectivamente es un 20%”.
Sin embargo, el congresista dice que los proyectos “es probable que se puedan conciliar”, agregando que “aquí lo peor es apresurarnos y entrar en una suerte de competencia. Eso no es lo más serio ni sensato. Es lo que siempre le hemos dicho al Presidente, creo que hay que mirar más la evidencia que las encuestas a cada minuta”.
Fenómenos a considerar
También se ha hablado de diversos fenómenos que habría que considerar hoy en día a diferencia de lo que fue la reducción de la jornada laboral en el gobierno de Ricardo Lagos el año 2005, donde se rebajó de 48 a 45 horas. La migración y la automatización laboral sería dos de ellos. A juicio del presidente del Senado, también existiría un tercero “si se quiere hacer una discusión seria”, expuso.
“Es todo lo que viene con el debate de la reforma previsional, que está a algunas semanas de llegar al Senado, donde hay que mirar cuál es el efecto en el mundo laboral del incremento en los puntos de cotización, que es de cargo del empleador. Por eso hay que ser serio, se tiene que poner en el contexto todos estos elementos y tomar la mejor decisión”, dijo el senador.
Finalmente, Quintana enfatizó en que “este es un debate que hay que hacerlo en serio, serenamente, y con todos los elementos sobre la mano. No porque ayer era popular la ley corta antiterrorista y hoy día puede ser popular esto, nos apresuramos a cambiar de caballo. Yo creo que todos los temas hay que mirarlos en su verdadera dimensión, en el contexto y perspectiva que tienen. Hay que dejar que los procesos maduren”.
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