Los vecinos de Villa Esperanza, se aprontan a celebrar por primera vez en su historia el aniversario de la mencionada villa, perteneciente a la comuna de Collipulli.-
La celebración está contemplada para los días 17 y 18 de enero del presente año.-
Para el viernes 17 se contempla los siguientes actos: Tarde infantil, desde las 17,00 horas; juegos inflables, música, juegos, stand gastronómicos, artesanías.-
Para el sábado 18 Show central, desde las 20,00 horas con stand gastronómicos y artesanías.-
En este plano la parrilla musical estará con Los Tukas del Sur, Los Chacales del Maule, Los Kuatreros del Folclore y Alfonso y sus Charros.-
SU HISTORIA
Villa Esperanza data de la década entre los años 1862 – 1863 aproximadamente, fecha cercana a la fundación de Mulchén y fueron dos sacerdotes franciscanos Buenaventura Paiva y Franklin Manera, quienes llegan al valle que se podía observar y a orillas del río Renaico, (reghna: repartir – co: agua) tierras indígenas dirigidas por los caciques Linco, Marileo y Pichilen, quienes tanto al norte , como al sur del río extendían sus dominios.-
Fueron los sacerdotes Manera y Paiva, quienes cumplian misión en Mulchén los que lograron interesar a las autoridades para que se creara allí una subdelegación y fueron ellos mismos quienes dieron vida a una escuela, construyeron un local, donde empezó a funcionar el colegio y la capilla de misión.-
Sin embargo, pese a que los terrenos para conformar la villa fueron entregados por los caciques del valle, hubo otros que no lo aceptaban, al final cedieron y fue así como se marcaron las calles con los nombres de mapuches destacados como Tucapel, Caupolicán, Lautaro y otros.-
Según se cuenta que los cerros más altos a ambos lados del río sirvieron al incipiente pueblo como fortines para protegerse de algunos ataques esporádicos que realizaba un grupo minoritario de mapuches, que no estaban de acuerdo con sus caciques.-
Por su ubicación territorial, por el hermoso paisaje que le rodeaba, por su microclima y al crearse la subdelegación adjunta de Mulchén, se le llega a denominar como el pueblo de La Esperanza, pues comerciantes y empresarios de la madera que llegaban a la zona, creían que era la gran esperanza para sus negocios.- Su confianza era sinónimo de esperanza.-
De la Misión Franciscana de Esperanza, no se sabe que pasó; el sacerdote Buenaventura Paiva, posteriormente recibió cuatro hectáreas en Chiguayhue y dio vida allí a una nueva misión religiosa, que también desapareció junto con la de Esperanza, pues no había sacerdotes que la atendieran.-
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