Facho y Comunacho ¿así de bajo?

Hoy vivimos un clima de alta tensión, donde estamos observando constantes hechos de violencia en las calles, un gobierno y un parlamento obnubilados por la situación y una extrapolación de ideas alarmante acompañada de una baja dosis de tolerancia. Es decir, nos encontramos en un escenario donde el diálogo está siendo desplazado por la violencia, donde las verdades se quieren instalar como absolutas y donde la supremacía moral e ideológica está superando a la razón para dar paso a la intransigencia y la incertidumbre por parte de quienes ven con preocupación lo acontecido.

El plebiscito de abril se muestra para algunos como un momento de vida o muerte en donde las encuestas también se han hecho parte para mostrar los posibles resultados del Apruebo y Rechazo, no obstante, el detalle más sustancial que han evidenciado y que pocos han observado, es que cada encuesta está reflejando que el interés por participar en el proceso de abril disminuye, y así lo evidencia la encuesta termómetro social de diciembre de 2019 indicando que un 85% de los chilenos acudiría a votar; la encuesta pulso ciudadano de Enero indicaba que sería un 80%, la misma encuesta, pero en febrero señalaba que sería un 73,6%; y la encuesta Criteria, en enero arrojaba un 73% y en febrero un 62%. ¿las razones?, podrían ser muchas, pero una sustancial es el temor que tiene hoy una persona de mostrarse a favor de una u otra posición, partiendo del precepto que si votas apruebo eres un comunacho y si votas rechazo un facho, sin matiz alguno. ¿Así de bajo el nivel de debate?, efectivamente, así de bajo, ya que hoy los medios de comunicación, los expertos y la opinión pública propenden a este escenario del blanco y negro y su afán comercial no es estar centrados en la discusión de fondo si no esperar por la insurgencia y el vandalismo, el cual al no ser condenado por todos y cada uno de los sectores de manera transversal da espacio para que incluso se ensalce a la primera línea como una nueva tribu urbana a la moda y que ciertos hechos que son efectivamente delitos se transformen en acciones validadas como defensa ante la represión. Será acaso que la discusión de fondo no era una nueva Constitución y terminó transformándose solo en un capricho político o será acaso que tanto el apruebo como el rechazo ¿tienen dificultades para mostrar sus verdaderos argumentos? en fin, obtenga sus propias conclusiones.

Ahora bien, lo importante de abril es que votando todos tenemos el mismo poder y los resultados arrojados impactarán en las decisiones que emprenda nuestro país no solo en los próximos dos años sino que también en los próximos veinte. Independientemente si vota apruebo o rechazo, no imponga su posición y respete al que piense diferente, puesto que, en la diversidad de una sociedad está la riqueza de un país y, por último, no olvide que en el pasado familias y amigos se enemistaron por pensar diferente, pero peor aún, naciones y pueblos se enfrentaron porque la pasión se adueñó de la razón.

Marco Luna Macalusso

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