La Inteligencia Artificial puede hacer una gran diferencia para reducir el desperdicio de alimentos en el mundo

foto generica 1Después de la minería, el sector alimenticio es el más significativo en Chile en cuanto a volumen de exportaciones y número de trabajados directos e indirectos que emplea. Además, es la industria que ofrece mayor potencial de crecimiento, pues es un sector clave para el futuro de la humanidad.

Pero este presente y futuro no se condice con la forma de operar de algunas de las empresas alimenticias de Chile, muchas de ellas de gran tamaño, expresa Miguel Álvarez, VP Industry para Latinoamérica de Blue Yonder. Esto, debido al escaso uso que hacen de la Inteligencia Artificial (IA) en sus procesos como una forma de eficientar su operación.

En efecto, -añade- el grado de automatización del sector alimenticio en Chile es muy bajo, entre un 20% y un tercio de las compañías (33%) están en sus primeras pruebas de conceptos o pilotos abordando áreas puntuales, usando desarrollos y equipos de programadores internos, nada muy industrial, potente ni validado.

Todo esto, a pesar de los múltiples beneficios que está mostrando el uso de la IA en las áreas de pronóstico y abasto. “De partida, la automatización permite enfocar a los equipos en temas más estratégicos y menos operativos, y segundo, el uso de más datos habilita la toma de decisiones empresariales más rápidas, inteligentes y rentables, y en tiempo real, generando una mayor precisión en la calidad del pronóstico de un 30 a 50% respecto a cualquier otra tecnología”.

Un tercer punto clave para aquellas instituciones que quieren reducir el desperdicio de alimentos en la cadena de producción es que como resultado de un mejor pronóstico y una optimización de la decisión de abastecimiento se produce una menor merma de dichos alimentos, lo que en Europa y EE.UU. es un tema que ha adquirido una gran relevancia los últimos años”.

Miguel Alvarez comenta que a pesar del hambre existente en el mundo, alrededor del 50% de los alimentos se bota, lo que sin duda es una cifra escandalosa cuando existen las tecnologías que permiten que aquello no ocurra. “Dicho porcentaje de caducidad en los alimentos se puede bajar en el mundo a un 20-30% en forma rápida con la IA; lo que demuestra que es en esta industria donde esta tecnología tiene más sentido de existir”, añade ejecutivo de Blue Yonder, empresa que forma parte del council o comité asesor de la iniciativa #12 de sustentabilidad de la ONU -consumo responsable y producción- que espera reducir la merma en retail y el desperdicio en la etapa post-cosecha .

Un cuarto punto en material de beneficios -y relacionado con el anterior- tiene que ver con el negocio mismo de la empresa: permite balancear de mejor forma la estrategia comercial de la compañía en cuanto al nivel de servicio que quiere darle a sus clientes versus cuánto cuesta dicho nivel de servicio. “Si te equivocas en lo que pediste en la compra, muchas veces se debe botar”, dice.

“Desde el mundo de la logística podemos aportar mucho a resolver problemas de eficiencia de las empresas, y de gestión de productos alimenticios en países con distintos niveles de desarrollo. Pronosticar la demanda a la industria de alimentos y bebestibles se ha tornado esencial”, agrega.

Un ejemplo a seguir

Dentro del sector alimenticio, hay nichos de mercado que son muy sensibles -en sus resultados- al uso de la IA, como lo es el de los supermercados.

Por ejemplo, durante la pandemia, la cadena británica de supermercado Morrison, ha mostrado significativas mejoras en sus niveles de inventario y menores quiebres de stock versus sus competidores. Esto, gracias a la IA que detecta fluctuaciones en factores influenciadores de la demanda y anticipa el comportamiento de clientes.

Convertido en caso de éxito (el de Morrison en Inglaterra, según reciente comunicado de prensa https://blueyonder.com/knowledge-center/collateral/morrisons-case-study) vale la pena ser emulado por los pares chilenos: Cuando una firma del área retail logra bajar dos a tres días de inventarios en tiendas, hablamos de varios millones de dólares de diferencia en capital inmovilizado, reducción de los quiebres de stock del 30% y mejora en los márgenes de operaciones por tener mayor disponibilidad de productos en las tiendas. “Eso sí que es otorgar valor a un cliente, y marcar diferencias frente a la competencia. Algo que se puede alcanzar en el Reino Unido, pero también en Chile o cualquier país latinoamericano”, señala.

Blue Yonder, con más de 12 años desarrollando herramientas de Inteligencia Artificial marca también una diferencia con otras IA, por su eficiencia desde el punto de vista de costo de operación versus los resultados (obtenida de su algoritmo propietario y alta capacidad de procesamiento), tiempo de ‘educación’ de los modelos y ejecución diaria de los pronósticos. Otro punto clave es el monitoreo y mejora continua de sus modelos, incorporando mayores puntos de información.

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