Más de 100 mil recetas se han despachado a domicilio en la provincia de Malleco

Equipo farmacia Lonquimay 4Químicos farmacéuticos han liderado la estrategia dentro de hospitales y establecimientos de atención primaria, generando con ello un avance en la integración de esta disciplina en la atención clínica de pacientes.

Arduo ha sido el trabajo desarrollado por las farmacias de los hospitales y centros de salud familiar de Malleco. El motivo: durante la pandemia han despachado más de 100 mil recetas a los domicilios de sus usuarios; la estrategia, implementada por la llegada del COVID-19, ha beneficiado a personas de las distintas comunas de la provincia, que desde el mes de marzo reciben en sus hogares las prescripciones médicas que permiten mantener compensadas sus patologías.

Así lo informó el químico farmacéutico, referente de farmacia del Servicio de Salud Araucanía Norte (SSAN) Michael Mardones, quien señala que esta nueva forma de trabajo ha transformado por completo el funcionamiento de las farmacias de cesfam y hospitales, que por estos días son catalogadas dentro de las unidades críticas de los centros de salud. “En promedio se están despachando 30 mil recetas mensuales (…) debemos considerar que las recetas tienen un promedio de cinco prescripciones o cinco medicamentos por paciente, donde tenemos que considerar que el 85% de nuestros pacientes son pacientes crónicos” señaló Mardones.

Para el profesional, el mantener a los pacientes crónicos compensados durante los meses más complejos de la pandemia fue el foco de la estrategia domiciliaria, donde cada establecimiento tuvo la libertad de ajustar sus acciones en relación a su realidad territorial, tarea donde los químicos farmacéuticos han tomado un rol protagónico.

“Los colegas se han tenido que adaptar para entregar más servicio clínicos de los que estaban acostumbrados, en el sentido que nosotros estamos abocados a la parte de atención cerrada y a la gestión logística de los medicamentos, pero se ha ido incorporando la revisión de tratamientos hacia los pacientes en particular, entonces no puede haber error de despachos porque conlleva una reacción adversa o una falta de adherencia y el tratamiento no es lo que uno espera desde el punto de vista clínico” indicó.

Lonquimay

En el caso del hospital de Lonquimay – establecimiento más alejado de la provincia de Malleco- el compromiso del equipo que trabaja en el despacho de recetas y el liderazgo técnico de su químico farmacéutico ha sido fundamental para el éxito en la implementación de esta nueva forma de trabajo.

Para su director, el médico Miguel Herrera, esta estrategia sacó lo mejor del equipo de salud, quienes de forma voluntaria accedieron a cambiar parte de su jornada de trabajo para acercar los medicamentos a los usuarios. “Nosotros identificamos en el despacho de fármacos un nodo donde vamos a adquirir la mayor cantidad de pacientes consultando, porque la atención de urgencia disminuyó al igual que dental, por lo tanto mesclamos el sistema SOME – OIRS con el despacho de fármacos” señaló.

Así, más de 12 funcionarios asumieron esta segunda función, que a través de turnos rotativos semanales y liderados por el profesional del área farmacéutica, han logrado entregar un promedio de 2 mil recetas mensuales.

“Me da una sensación de orgullo tremenda, porque el equipo ha articulado que el sistema de farmacia no se detenga (…) todos los pacientes crónicos siguen teniendo su despacho mensual, todos los pacientes de morbilidad también, por lo tanto no hemos tenido una alta tasa de pacientes descompensados por falta de medicamentos. Todo esto por este sistema que se articula por los mismos funcionarios. Es decir dos mil recetas despachadas de manera mensual significan el 20% de la población de Lonquimay, es decir, la población crónica que es cerca del 10 a 15 por ciento más los pacientes de morbilidad que consultas diariamente” cerró el director.

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