Más educación y mejorar el sistema judicial que acoge las denuncias, los desafíos para enfrentar la violencia contra la mujer en Chile

Violencia 2En el marco del Día Internacional que conmemora la eliminación de esta problemática de género, especialistas de funeraria Inmemoria entregan su visión y los focos hacia donde las políticas públicas deberían apuntar.

Pese a existir más de 100 Centros de la Mujer a lo largo del país, además de Centros de Atención y Reparación para Mujeres Víctimas/Sobrevivientes de Violencia Sexual y Casas de Acogida dirigidas por el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género, los servicios en muchos aspectos siguen al debe y no necesariamente entregan la ayuda necesaria a las denunciantes.

Según expertos, la violencia de género tiene diferentes aristas como violencia psicológica, obstétrica, física, económica y sexual. Para Scarlett Isamit, psicóloga del área Apoyo Humano de funeraria Inmemoria lo primero es hablar sobre este problema y educar al respecto.

“Creo que para que podamos evitar estas situaciones lo primero es educar a la población para que una mujer pueda identificar los actos de violencia de distinta índole. En muchos casos temas como los celos se normalizan y eso no es bueno; por otro lado, hay que trabajar los temas de vergüenza, ya que muchas mujeres que sufren violencia no denuncian por esta razón, por inseguridad y simplemente porque el sistema no es amigable con las víctimas y en muchos casos se cuestionan”, comentó la especialista.

En tanto, para la abogada de la misma funeraria, Cher Castillo, los sistemas primarios donde llegan las víctimas de violencia como las comisarías no están preparadas para recibir casos así.

“He tenido clientas que al momento de querer denunciar algún hecho de violencia, lo primero que les dicen es que la denuncia les tomará todo el día, que tienen que constatar lesiones, que es algo engorroso e incluso en tiempos de pandemia les comentan que no es recomendable estar acompañadas por menores de edad, por los riesgos de contagio en el sistema de salud público”, describió la profesional.

En este contexto, advirtió que “estas mujeres no necesariamente tienen donde dejar a sus hijos y que por seguridad también prefieren estar junto a ellos en todo el proceso, por lo tanto, creo que al sistema le falta, le falta bastante, estamos al debe con las víctimas”.

Scarlett Isamit, desde su visión como psicóloga cree que los grandes desafíos para el futuro en primera instancia es mejorar el sistema judicial que acoge las denuncias, desde Carabineros en adelante.

Por otro lado, hizo hincapié en la poca promoción existente de los centros de ayuda a los cuales pueden acudir las víctimas, la falta de visibilidad de la violencia en general y especialmente en tiempos de pandemia, donde por desgracia muchas mujeres debido a la cuarentena, tienen que convivir mucho más tiempo con los agresores y no necesariamente tienen la oportunidad o la ayuda necesaria, al momento de querer denunciar.

Caso claro de esta situación son las vistas en los momentos peak de la primera ola, donde mujeres que salieron durante el toque de queda, fueron detenidas y sumariadas por el código sanitario, pese a que lo hicieron para denunciar hechos de violencia. En muchos de estos casos, el Gobierno se retractó y no prosiguió con ellos, pero claramente generaron aún más miedo en las víctimas o posibles víctimas de violencia.

Karen Albert, encargada del área de Apoyo Humano de funeraria Inmemoria, fue enfática en la misión que tienen como funeraria: “tenemos una misión no reduccionista, dedicada no sólo a lo asistencial, sino que también humanizadora en toda su extensión. Trabajamos de forma especializada desde nuestro equipo”.

Para finalizar, Albert, destacó que como actor social, les importa “aportar desde nuestras posibilidades a que el morir, sea un buen morir”.

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