Por Leandro Laporta, Director de Arquitectos de Soluciones y Alianzas para América Latina de Orange Business Services.
La primera mitad de 2020 ha sido un período fuera de lo común para todos. La pandemia mundial ha traído muchos cambios y desafíos en todos los ámbitos, pero la integración de la tecnología, el liderazgo remoto y la salud ocupacional se presentan como las tres claves en el nuevo presente laboral.
En una encuesta que Orange Business Services efectuó recientemente a 110 clientes, el 79% de los consultados coincidieron en que la crisis ha cambiado la forma en que utilizan los servicios digitales. Muchos de esos cambios perdurarán, ya que las organizaciones y los trabajadores han encontrado nuevas y, a veces, mejores formas de colaborar. Durante la crisis se produjeron grandes cambios y cabe esperar una evolución mucho mayor en la forma en que trabajamos.
Conscientes de que podría haber interrupciones en el futuro debido a bloqueos u otras restricciones, las empresas están ansiosas por continuar mejorando sus herramientas de colaboración y liderazgo remoto. Al enumerar las cinco prioridades del nuevo mundo del trabajo, el 95% de los encuestados concuerda en que se requiere una mejor gestión de la salud y la seguridad; el 75% cree importante mejorar la resiliencia al ciberriesgo, el 65% apunta que se debe generar una mayor flexibilidad en la dinámica del trabajo, el 64% considera clave implementar herramientas de colaboración más integradas ; y el 60% reconoció la mejora de las capacidades de la nube y la red como temas clave en el nuevo modelo híbrido de trabajo.
Incrementar las infraestructuras tecnológicas para un trabajo remoto eficiente
La infraestructura de TI es fundamental para permitir las comunicaciones y respaldar el trabajo remoto, sin embargo, el 54% de los líderes de recursos humanos en una encuesta reciente de Gartner dijo que una infraestructura de TI deficiente ha sido su barrera más importante para el teletrabajo.
Esta nueva forma de trabajar requerirá un replanteo de la arquitectura de red y TI. Las organizaciones recurrirán a redes de área local inalámbricas (WLAN) y Wi-Fi de alta velocidad. El acceso a la red Wi-Fi será sin contacto para reforzar la seguridad. Esto significa que el dispositivo de cada usuario será responsable de su propia autenticación, independientemente de su ubicación física o dirección IP.
Una red inalámbrica tiene muchas ventajas, que incluyen movilidad, accesibilidad, elasticidad y acceso de usuarios invitados, al tiempo que protege los recursos de la red. Los sistemas administrados en la nube, con análisis e inteligencia integrados, pueden proporcionar una visibilidad completa de los dispositivos en las redes Wi-Fi, ofreciendo también una solución de prevención de intrusiones incorporada para mayor seguridad.
Como en el viejo mundo, los empleados esperarán un mejor ancho de banda y cobertura de red en el entorno de oficina. La integración de SD-LAN en la infraestructura de red ayudará a proporcionar esto mejorando el rendimiento de la red, de las soluciones de colaboración y las aplicaciones de un extremo a otro.
Nuevos roles y aprendizajes a implementar en el nuevo modelo híbrido de trabajo
Con algunos trabajadores de regreso en la oficina y algunos que continúan trabajando desde casa, el modelo híbrido tiene algunas implicaciones que los empleadores deberán considerar. Los líderes empresariales deberán examinar qué prácticas han tenido éxito durante el bloqueo y aplicarlas a una forma de trabajo más permanente.
Algunos ejemplos de esto incluyen asegurarse de que sus equipos estén estructurados para operar con agilidad y flexibilidad, y considerar la posibilidad de convertir a los empleados clave en líderes de equipo. El bienestar de los empleados es una prioridad en el modelo híbrido, así que preste atención tanto a la salud física como mental de su grupo. Fomente la propiedad colectiva de los proyectos para que todos disfruten del éxito y enfatice la positividad que pueden aportar las herramientas digitales: el empoderamiento y un sentimiento colectivo son importantes.
La Generación Z pronto se convertirá en la porción más grande de la fuerza laboral y están muy interesados en un enfoque híbrido del trabajo, dividiendo el tiempo entre el hogar y el lugar de trabajo. Es de esperar que el modelo híbrido que implica trabajar formalmente unos días desde casa y otros días en la oficina, nos brinde una forma viable de avanzar, pero requerirá muchos cambios. Las políticas de recursos humanos y las prácticas de bienestar de los empleados deberán ser sólidas y con visión de futuro. Pero valdrá la pena, ya que tenemos la oportunidad de impulsar nuevos niveles de compromiso y satisfacción de empleados y clientes.
Velando por la salud mental y el bienestar emocional de su gente
Las empresas deben integrar el bienestar mental de los empleados en la planificación de la continuidad del negocio. Un plan de continuidad comercial exitoso debe equilibrar las necesidades comerciales con las necesidades de las personas y, en particular ahora, los líderes deben asegurar a los empleados que estén seguros y saludables mientras realizan su trabajo. Diversas investigaciones ha demostrado que el impacto del estrés, la ansiedad y las enfermedades mentales en la productividad podría ascender a mil millones de dólares en pérdidas económicas para 2030.
De hecho, según un estudio de Willis Tower Watson sobre salud mental revela que las condiciones mentales y de comportamiento estarán entre las tres condiciones laborales más comunes y costosas durante los próximos cinco años. Las empresas no deben descuidar el bienestar mental de los empleados, y si pueden ayudarlos a mantenerse mentalmente resistentes durante un período de crisis, los trabajadores estarán en mejores condiciones para recuperarse más rápido cuando regresen a algún grado de actividad como la de costumbre. Mantener a sus trabajadores conectados les hace bien tanto a ellos y como a la organización.
Hay algunos lineamientos que pueden alentar a sus trabajadores a gestionar mejora el estrés, y puede hacerlas de manera proactiva:
1. Con varios meses de aislamiento social y demasiadas teorías rondando por todos lados, utilice fuentes confiables para compartir información con su equipo. Los chismes y la información inexacta sobre el virus y la situación general pueden ser extremadamente estresantes, así que anime a sus empleados a no compartir demasiada información sobre el COVID-19. Y solo comparta información de fuentes oficiales y acreditadas. La especulación puede ser estresante.
2. Dígale a la gente que no tenga miedo de pedir ayuda a los departamentos de TI o a sus colegas. Las herramientas digitales y el trabajo desde casa pueden ser nuevos y un poco intimidantes, por lo que ninguna pregunta es demasiado obvia.
3. Promover el acompañamiento. Si su organización suele ofrecer servicios de apoyo a los empleados proporcionados por RR.HH. en el lugar de trabajo, debería promoverlos más que nunca. Así que anúncielos a sus trabajadores y asegúrese de que sepan a quién deben contactar para poder hacer uso de ese servicio o beneficio como clases de relajación, mindfulness, yoga, coaching o consultoría psicológica.
4. Crecimiento y desarrollo. Los empleados que trabajan desde casa necesitan oportunidades de crecimiento y desarrollo. Puede fomentar en ellos un sentido de normalidad y darles un enfoque mental alternativo. Puede ser bueno para los trabajadores estar conectados y participar de acciones de voluntariado, programas de apoyo comunitario y bancos de alimentos locales, por ejemplo. Estos también pueden ayudar a fomentar el bienestar mental y aliviar el estrés.
Como dice el refrán, «¡nunca desperdicies una buena crisis!»
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