Economía chilena; confianza y recuperación

Imagen1Si bien es cierto que los buenos datos siempre ayudan a que mejore la confianza de los ciudadanos en el futuro, no es menos cierto que la confianza de los consumidores también ayuda a mejorar los datos, al fin y al cabo esto hace que el dinero se mueva al no tener que hacer una provisión de divisas, o ahorro, tan grande que como cuando se prevé que llegue una época de vacas flacas, funcionando como un sistema que se retroalimenta de sinergias positivas, que es lo que está ocurriendo en Chile según el Índice de confianza global 2021.

Un crecimiento por encima de la media de la región

Esto es al menos lo que dice el último informe del FMI, uno de los organismos más prolíficos a la hora de elaborar este tipo de informes, que estima que mientras que la media de crecimiento en Latinoamérica para este 2021 será del 6,3 por ciento, en Chile el crecimiento será del 11 por ciento, unos datos espectaculares si se tiene en cuenta que en el año de los confinamientos masivos el PIB chileno cayó un 5,8 por ciento frente al 2019.

Y todo ello a pesar de que la región y gran parte del resto del mundo están experimentando grandes dificultades financieras, lo que, al ser la economía chilena una economía tan abierta al mundo, podría haber ralentizado el crecimiento por la sencilla razón de que si los países clientes de los bienes chilenos se encuentran en una situación difícil, por lógica Chile también debería ver mermados sus resultados.

Los buenos resultados económicos de Chile son fundamentales para mantener embridados indicadores como el de la deuda pública, ya que se espera que la deuda no supere el 34,4 por ciento del PIB -la deuda pública del conjunto de la región es del 75,4 por ciento– y que la inflación no supere el 4,2 por ciento.

Por otro lado los datos del paro no son tan buenos, dado que se estima que el 9,1 por ciento de la población esté en el paro cuando termine el año, cuando en el año del 2019 esta cifra era del 7,2 por ciento, cifra a la que no se retornará ni durante el 2022, ya que se espera que el citado año termine con un paro del 7,4 por ciento, algo que puede terminar por convertirse en un palo en la rueda de la economía chilena, ya que si una parte demasiado grande de la población chilena se queda descolgada de la recuperación se pueden generar problemas adicionales.

Por último cabe destacar el elevado precio del cobre en la actualidad, el cual, a pesar de ser una excelente noticia en la coyuntura actual, puede terminar por convertirse en una espada de doble filo ya que tarde o temprano terminará por corregirse y como se ha visto en numerosas ocasiones es peligroso abandonarse a la molicie por tener una materia prima muy demandada, dado que cuando los precios bajan las finanzas públicas pueden verse muy resentidas si no se diversifica lo suficiente la economía. Un ejemplo perfecto de un país que ha conseguido diversificar su economía gracias al precio de una materia prima es Noruega, país que ha creado el mayor fondo soberano del mundo incluso a pesar de no tener una moneda soberana especialmente fuerte.

La moneda chilena en el mercado de divisas

A pesar de los buenos resultados de Chile en casi todos los indicadores, esto no se ve reflejado cuando se observa el comportamiento del peso chileno en el contexto del mayor mercado financiero del mundo -el forex- ya que comparando el peso con el dólar estadounidense en el par USD/CLP se puede comprobar que de nuevo hacen falta más de 800 pesos para comprar un sólo dólar, lo cual no tiene por qué ser necesariamente malo, sobre todo para una economía que exporta una materia prima tan demandada como el cobre -que supone aproximadamente el 50 por ciento de todas las exportaciones chilenas-, pero encarece los productos que se importan, como el crudo, ya que la divisa internacional por excelencia es el dólar estadounidense.

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