En la región de La Araucanía más de 230 familias se beneficiaron de esta iniciativa, cuya implementación se realizó de manera virtual en 5 comunas.
Para mis hijos ha sido una manera muy entretenida de aprender y desarrollar sus habilidades”, afirma Joselyn Huenchul mamá de dos niños de la comuna de Lumaco.
El 2020 quedará en la memoria del mundo entero como un año diferente, las oficinas se vaciaron y en su remplazo los livings se transformaron en salas de juntas, los equipos de trabajo aprendieron que aun en la distancia siguen siendo eficientes y, por supuesto, los niños ganaron un tiempo valioso con sus padres a causa del confinamiento producto de la pandemia.
Es en este contexto, HIPPY completó las 30 semanas de actividades preparadas para el trabajo con niñas, niños y sus padres o tutores. En total 550 familias participaron del programa este 2020, cuyo objetivo es fomentar la educación temprana de los menores, siendo los padres sus primeros educadores.
Joselyn Huenchul, es de la comuna de Lumaco y tiene dos niños participantes de HIPPY. Uno de sus hijos se graduó: “Agradezco al programa por todo este tiempo. Para mis hijos ha sido una manera muy entretenida de aprender, el juego y las actividades les han ayudado a desarrollar sus habilidades”, comentó Joselyn, mamá de los pequeños.
A pesar del confinamiento que permanece en gran parte de las comunas participantes del programa, los equipos HIPPY quisieron realizar ceremonias de graduación simbólicas a modo de cierre. De esta manera, las tutoras se desplazaron hasta el domicilio de las niñas y niños para entregarles un reconocimiento por completar las semanas curriculares del programa.
Marion Medina, coordinadora HIPPY en las comunas de Victoria, Lumaco y Traiguén, explicó que dada la lejanía de estas comunas, lo más complejo en algunos momentos fue el tema de la conectividad.
Sin embargo, añadió, el entusiasmo y compromiso de las familias les permitió finalizar el año. “Fue un año bien desafiante, pero feliz de haber culminado las 30 semanas. Las familias siempre estuvieron esperando nuestras visitas virtuales y nos decían que nos extrañaban. Así que hicimos todo lo posible para dar respuesta a todas sus necesidades”.
El Seremi de Educación del Biobío, Fernando Peña, sostuvo que “en este año tan especial y distinto producto de la pandemia, hemos encontrado una manera de adaptar esta iniciativa a la realidad del año 2020 con todos los límites y obstáculos que esto supuso, pero que en ningún caso fueron impedimento para realizar el trabajo al interior de las casas, colaborando y apoyando a las familias o tutores legales, para que finalmente los niños y niñas de nuestra región pudieran seguir aprendiendo y trabajando desde sus hogares”.
Es importante mencionar que la implementación del programa HIPPY partió hace tres años con un piloto de 37 familias en la Región Metropolitana y hoy abarca cerca de 550 familias de 11 comunas en tres regiones del país.
Carolina Andueza, Directora Ejecutiva en Fundación CMPC, agregó que “lo que queremos es empoderarnos, casi como una misión de vida, ser los primeros y más importantes educadores de nuestros niños. Entonces, imaginen este año con un programa de visitas domiciliarias, algo impensado en pandemia, necesariamente debimos adaptarnos, utilizar todas las herramientas virtuales, las tutoras se capacitaron, los cuadernillos con las mamás se transformaron en video llamadas y eso es emocionante, porque significa que HIPPY funciona”.
El programa educativo HIPPY consiste en un plan con 5 actividades semanales, especialmente diseñado para entregar las herramientas y materiales que apoyan la educación de niñas y niños, aplicada por sus padres o tutores legales.
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