En el marco del cierre del proyecto “Difusión de la Huerta Mapuche y Biodiversidad Cultivada como estrategia frente al Cambio Climático”, financiado por la Unidad de Medio Ambiente de la Subdirección Nacional Sur de CONADI y ejecutado por la Consultora CET Sur, 35 mujeres Mapuche de las comunas de Los Sauces, Lumaco, Nueva Imperial, Carahue, Saavedra, Toltén y Pitrufquén recibieron de manera virtual sus certificaciones tras cumplir con los talleres y las actividades propuestas por este iniciativa inédita en el país.
Este proyecto, que se desarrolló desde el año 2020, reunió y capacitó a mujeres que en sus territorios cumplen con el rol de “Curadora de Semillas“, preservando y traspasando los saberes en el uso y la siembra de semillas, verduras y plantas a través de sus huertos para elaborar productos como remedios, platos y guisos que forman parte del patrimonio agroalimentario del Pueblo Mapuche.
A estas mujeres, profesionales agroecólogos y agrónomos aportaron conocimientos para optimizar sus huertas como un espacio biocultural idóneo para el cultivo de especies orgánicas de alta calidad nutritiva y capaces de resistir los fenómenos provocados por el cambio climático que afecta al sur del país, siendo uno de los resultados de la capacitación la publicación de un manual denominado “De la Puebla a la Mesa, al resguardo del patrimonio agroalimentario y la protección de la biodiversidad en tiempos de pandemia”, documento que aporta relatos y conocimientos sobre el trabajo de las Curadoras de Semillas, el origen de la Puebla como sistema de cultivo indígena histórico y las características de una huerta ideal y su aporte alimentario.
Lorena Gómez, una de las “curadoras de semillas” involucradas en el proyecto, cuenta que “en esta iniciativa estamos hablando de conocimiento patrimonial, de rescate de plantas, de semilla; y de un aporte a la economía familiar dada la situación de cambio climático que vive el país. Lo que hemos aprendido va de la mano a la idea que de la tierra sale vida, en este caso, verduras y hortalizas que van enriqueciendo la tierra y la fortalecen”, precisó.
En tanto, Ana Paine Llanca, integrante de la Mesa de Mujeres Rurales de la comuna de Los Sauces, resaltó que conocer y respetar las estaciones en el proceso de siembra y cosecha, como la capacidad protectora de cada planta ante la aparición de plagas es relevante en el resultado de una huerta. “Yo que soy productora de merkén, tenía muchos problemas de plagas, y gracias a la albahaca me salió un buen producto, ya que comprendí que en una huerta hay colaboraciones entre las plantas y se van ayudando unas a otras y eso es algo que se debe comprender”.
En este sentido, el Director Nacional de CONADI, Ignacio Malig Meza, destacó la presencia de las mujeres en este y otros programas. “Hoy en día, la mayoría de los procesos de los pueblos indígenas son liderados por mujeres, en el caso de la CONADI un 65% de las beneficiarias del Fondo de Desarrollo Indígena son mujeres, y cada año vemos nacer un promedio de 50 emprendimientos femeninos sólo en La Araucanía”, agregando que “En los últimos años, las mujeres indígenas han demostrado su capacidad de organización, su responsabilidad en la administración de recursos, y su capacidad multitarea: mientras impulsan emprendimientos, no dejan de lado el cuidado de sus familias, la transmisión de su idioma y sus actividades tradicionales”.
Al respecto, la Subdirectora Nacional (S) de Conadi, Ana Paola Hormazábal, quien participó de la presentación de este manual junto a mujeres de Nueva Imperial indicó que “esta iniciativa surge con mucha historia y sabiduría en cuanto a la importancia de los huertos en el desarrollo de la sociedad, y cómo las mujeres en su rol de curadoras de semillas están cumpliendo un rol importante en el suministro de alimentos con pertinencia territorial, aportando con su trabajo a la resiliencia productiva frente al cambio climático que afecta al país con inundaciones, heladas, sequías y otros fenómenos cada vez más presentes en el sur del país”, concluyó.
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