El cáncer no sólo afecta la salud de quien lo sufre, para muchas mujeres también erosiona de manera significativa la autoestima, por ello colaborar con el banco de pelucas oncológicas es un proyecto de amor. Porque recuperarse es lo más relevante, pero verse bien, también importa.
Los avances médicos en la batalla contra el cáncer constituyen una mejora significativa en el pronóstico de la enfermedad y la calidad de vida del paciente. Sin embargo, la pérdida de cabello, es uno de los efectos negativos de estos tratamientos y también un doble sufrimiento, especialmente para las mujeres que sufren esta difícil patología.
Muchas mujeres que pierden el cabello como consecuencia de un tratamiento oncológico deben continuar con sus rutinas, lo que implica que tengan que enfrentar el estigma social vinculado a la ausencia de cabello; en ocasiones las respuestas de la sociedad frente a estos cambios físicos pueden convertirse en barreras que dificultan la aceptación que tienen de su nueva imagen corporal y la forma de interactuar con los otros donde, Investigaciones en el tema, han resaltado que las miradas de rechazo, curiosidad o lástima, provocan vergüenza o distanciamiento en las pacientes, hecho que las impulsa a aislarse de su entorno social y buscar estrategias para ocultar sus manifestaciones físicas.
Es por ello que, dentro de una práctica profesional de alumnas de Psicología de la Universidad Autónoma en el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena, nace la idea de generar un banco de pelucas el año 2014 que se consolida luego de dos años.
Acceso a las pelucas
Estas pelucas se adquieren por el hospital principalmente mediante la donación de cabello natural y confeccionados de forma altruista por parte de la Peluquería Beauty Houston y los estilistas Carolina Contreras y Diego Barranco.
Estas son fabricadas y entregadas a las pacientes en comodato, según nos explica Mónica Oettinger, enfermera supervisora del Servicio Hemato oncología adulto “Las pelucas se les facilitan a las pacientes oncológicas en este contexto del evento adverso de la alopecia, asociado a la quimioterapia como un bien hospitalario, estas se entregan durante el periodo en que la paciente realiza su quimioterapia para ser devuelta cuando ya no la requiere. Las pacientes firman un contrato con nosotros donde se comprometen a cuidar la peluca, hacer el mantenimiento que corresponde y a devolverla, y una vez que esto ocurre se le hace la mantención y cuidados correspondientes para entregársela a una nueva usuaria que la necesite”.
Cómo donar
Para la confección de una peluca se requiere la donación de más de una persona y con eso los estilistas van seleccionando uno a uno los cabellos con características similares de largo y tipo. El hospital entrega mes a mes un volumen de cabello donado a los estilistas quienes entran a este proceso de selección.
Quien pueda y quiera donar cabello debe dirigirse a la secretaria del Servicio de Oncología en el 5to piso del HHHA (edificio antiguo) entre las 08:00 y 17:00 horas de lunes a viernes.
Mónica Oettinger nos indica que “el cabello puede estar tinturado, pero debe estar sano; con un mínimo de largo de 35 cm, estar amarrado y seco en una bolsa de papel o cartón. Acá nosotros tomamos los datos y se firma un libro de acta de la donación”.
A la fecha son cerca de 35 pelucas que han podido confeccionarse con esta modalidad, pero aún existe una lista de espera de mujeres esperando poder acceder a una; por ello, la importancia de colaborar con estas donaciones y apoyar a la esperanza, alegría y mejor calidad de vida de las pacientes oncológicas.
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