El mecanismo de acción del producto utiliza el efecto natural de repelencia de alcaloides contra plagas, aplicable en diferentes cultivos, permitiendo disminuir el uso de pesticidas químicos en la agricultura nacional y de exportación.
Científicos del Centro de Genómica Nutricional Agroacuícola (CGNA) han desarrollado un biopesticida natural contra plagas y enfermedades a partir de lupino.
Esta nueva alternativa no química permitirá disminuir el uso de pesticidas químicos en la agricultura y aportar a la sustentabilidad del rubro agroindustrial.
Se trata de un biopesticida en base a específicas combinaciones y concentraciones de moléculas de alcaloides –compuesto orgánico de las plantas- de lupino, el cual “al ser formulado y aplicado en diferentes cultivos replica el efecto natural de repelencia a plagas”, explicó Haroldo Salvo-Garrido, doctor en genómica y director científico del CGNA.
“Si bien esta investigación está pronto a concluir, ya se ha comprobado las propiedades repelentes del biopesticida de lupino en plagas de importancia”, agregó el experto.
Pronto se concluirán otras investigaciones en áfidos en especies hortícolas y algunas bacterias de importancia para fruta de exportación.
Asimismo, “se desarrolló una tecnología de procesamiento semi industrial, que permite llevar el proceso a escala comercial, extrayendo en forma eficiente las moléculas de alcaloides, para no alterar sus propiedades”, comentó el Dr. Salvo-Garrido.
Según Mauricio Opazo, doctor en Ingeniería de Procesos Alimentarios del CGNA, se trata de un proceso tecnológico que permite extraer la totalidad de los alcaloides de interés.
“Permite su concentración y purificación obteniendo un extracto con una pureza superior al 90%, lo que lo hace óptimo para formulaciones del producto”, indicó Opazo.
Mecanismo de defensa en la planta
De acuerdo con Salvo-Garrido, luego de dos años de investigación se logró probar el efecto de estas moléculas contra plagas de los cultivos. Estos alcaloides en Lupinos luteus se sintetizan en las hojas y son transportados a otros órganos para su almacenamiento, como en tejido epidérmico y subepidérmico de hojas, tallos y principalmente semillas.
Así, “le sirven al lupino como defensa contra plagas, microorganismos, patógenos y herbívoros, mostrando un amplio rango de actividad biológica. Pueden inhibir la multiplicación de virus, la proliferación de bacterias y el crecimiento de ciertos hongos.”, confirmó el especialista.
“Desarrollar una tecnología de extracción de estos alcaloides escalable a nivel industrial, junto con determinar que estas moléculas de alcaloides una vez extraídas del lupino y formuladas, pueden presentan un mecanismo natural de repelencia a plagas de importancia, es crucial para avanzar en la generación de un nuevo biopesticida del tipo bioquímico, que son muy demandados globalmente”, dijo el científico CGNA.
“Corresponden al tipo “agroquímicos verdes”, punto central de la agricultura sustentable que conforma 8 de los 17 objetivos de desarrollo sustentable agendados por las Naciones Unidas para el 2030”, añadió el experto.
Contexto actual
El cambio climático está generando condiciones inesperadas en diversos aspectos en el planeta. Una de las preocupaciones globales es la seguridad alimentaria y la sustentabilidad.
En la agricultura, las enfermedades y plagas son cada día más severas, generando gran estrés y vulnerabilidad en los cultivos.
Para prevenir las pérdidas se recurre a aplicaciones de plaguicidas, lo que aparte de contribuir al calentamiento global, afecta la sustentabilidad e inocuidad.
Estas aplicaciones de plaguicidas químicos son críticas para el productor, dado que la no protección de las plantaciones, puede generar pérdidas totales.
A pesar de disponer de pesticidas químicos, la recurrencia y el comportamiento atípico de las plagas hace que sea poco factible un control oportuno, requiriendo de nuevas estrategias de manejo e insumos en su proceso de control.
A esto se suma la resistencia que se va generando por las plagas a los insecticidas, lo que convierte a los biopesticidas en alternativas urgentes.
Sobre el proyecto
El CGNA, institución de ciencia y tecnología en plantas y alimentos de La Araucanía, es financiado por el Gobierno Regional desde hace más de una década para generar plantas más resilientes frente al cambio climático, y dar una alternativa a la agricultura y aportar al desarrollo de mejores alimentos.
Esta investigación fue desarrollada en conjunto con la empresa Bio Insumos Nativa, y financiada por la Agencia de Investigación y Desarrollo Anid.
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