El estudio, con tecnología de punta, se realiza en las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos. Incluye la determinación de las concentraciones de aluminio, elemento que afecta el crecimiento de plantas y cultivos de muchos suelos del sur de Chile.
El cambio climático, la sequía y factores antrópicos como los incendios forestales y el sobrepastoreo han impactado negativamente en el estado de los suelos agrícolas, repercutiendo en su fertilidad y disminuyendo el nivel de nutrientes. Estos factores influyen en otros ámbitos como el empobrecimiento de los agricultores y las comunidades que cultivan esas tierras.
Frente a este escenario, el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN) y el Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), están desarrollando el “Estudio de la erosión actual y potencial de los suelos en tres regiones de la macrozona sur del país: La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos” para levantar, recopilar, sistematizar y proveer de información actualizada y confiable sobre el grado de erosión de los terrenos en estos territorios que permita potenciar una gestión sostenible del recurso.
A través de un convenio de cooperación, CIREN e INDAP han ejecutado este trabajo colaborativo que busca construir un nuevo inventario –de carácter nacional- de la erosión de los suelos de Chile. La investigación conjunta de ambos organismos dependientes del ministerio de Agricultura, abarca 304 unidades hidrográficas, esto es, cerca de 10,1 millones de hectáreas, repartidas entre las regiones de La Araucanía, Los Ríos y Los Lagos, incluyendo la Isla Grande de Chiloé.
El último registro sobre los niveles de erosión de suelos en nuestro país data de hace 11 años. La aplicación de nuevas técnicas y tecnologías, además de actualizar los antecedentes para proyectar acciones en este ámbito, permitirá mejorar la escala de representación y levantar por primera vez antecedentes bajo el dosel de vegetación que hasta ahora eran declarados como no aparentes, por lo que no existían datos fidedignos del estado degradativo del suelo.
En el año 2010 las comunas más afectadas por erosión de los suelos en estas tres regiones fueron: Castro (69,3%), Purén (64,3%), Lonquimay (61,4%,), Puerto Saavedra (56,6%), Panguipulli (40,1%) y Mariquina (30,8%).
“Hoy se vive la agricultura 4.0 que busca una gestión más eficiente de los recursos, a través del uso de tecnologías que en esta oportunidad se transformará en herramientas y beneficios para no perder la productividad de sus tierras. Es importante destacar el uso de tecnología LiDAR complementada con nuevas técnicas de geomática y utilización de datos satelitales que proveerán información con mayor detalle pasando, por ejemplo, a una escala de representación de 1:10.000 en sectores con datos LiDAR y 1:50.000 en sectores pre y cordilleranos andinos. Al trabajo se suma una toma de muestras en terreno del suelo para obtener una mejor validación de lo que indican las imágenes”, explicó el director ejecutivo de CIREN, Félix Viveros.
Otro aspecto relevante del estudio es la incorporación del análisis de saturación de aluminio. Criterio considerado en la bonificación del Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S), impulsado por INDAP.
“La sustentabilidad de los suelos requiere de un manejo basado en el conocimiento de su características y estado. Por ello, estudios como el catastro de erosión son cruciales para hacer frente a la amenaza de su degradación, mediante la utilización de información que permite mejorar las decisiones respecto a su uso, generar y adaptar instrumentos y tecnologías que contribuyan a que el suelo pueda continuar prestando diversas funciones ecosistémicas, entre ellas, la producción de alimentos. Una parte importante de la Agricultura Familiar Campesina desarrolla su actividad en la macrozona sur y en esta zona se espera un mayor desarrollo de la agricultura como consecuencia del cambio climático”, comentó el director nacional (S) de INDAP, Luis Bravo.
La transferencia de la información actualizada permitirá a INDAP operar y catastrar de mejor manera la bonificación de suelos degradados y los proyectos de forestación y reforestación de los pequeños productores.
El aluminio es un metal presente en distintas concentraciones en los suelos volcánicos de la zona sur del país. Su presencia genera toxicidad y es un factor determinante que limita el crecimiento de las plantas en suelos ácidos.
La realización de este estudio se suma a otros dos proyectos impulsados y realizados por CIREN en el ámbito de la erosión de suelos, contribuyendo al proceso de actualización de los estados del suelo en la macrozona centro sur del país.
Para obtener más información sobre este trabajo, ingresa a https://www.ciren.cl/visualizadores/
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