Municipio evaluó con una calificación menor a Cosemar S.A. en el ítem de camiones, situación que terminó por inclinar la balanza a favor de la empresa Servimar, la cual se adjudicó la concesión de la recolección de basura en la comuna.
Un «vicio de fondo» fue detectado por la Contraloría Regional de La Araucanía en la adjudicación del contrato de concesión del servicio de recolección, transporte y disposición final de residuos sólidos adjudicado por la Municipalidad de Collipulli a la empresa Servimar Ltda., por lo que le ordenó al órgano edilicio iniciar un proceso de invalidación del mismo.
El hecho obedece a graves irregularidades cometidas durante el proceso de revisión de ofertas, en el que el Municipio -administrado por el alcalde Manuel Macaya Ramírez- evaluó con una calificación menor a la otra empresa que concursaba, Cosemar S.A., situación que terminó por inclinar la balanza en favor de la mencionada Servimar.
La Contraloría tuvo en cuenta a la hora de realizar su pronunciamiento que la adjudicación fue por un periodo de cuatro años, con un costo mensual de casi $40 millones ($39.880.000), reajustables cada año. Es decir, se trata de un contrato que involucra recursos de la Municipalidad de Collipulli que se acercan a los $2.000 millones ($1.914.240.000).
LA POLÉMICA PUNTUACIÓN
Teniendo sobre la mesa las ofertas presentadas por Cosemar y Servimar, el órgano edilicio de Collipulli comenzó su proceso de evaluación, para ver si lo que proponían las empresas cumplía o no con lo indicado en las bases de la licitación.
En este contexto, en el punto N° 18.2 de las bases administrativas se fijaba en la tabla de evaluación el criterio “Año de los camiones”, el cual equivalía al 25% de la calificación final. Para ello, se estableció que el puntaje estaría directamente relacionado con el año de fabricación de las máquinas.
De esta manera, los camiones fabricados entre los años 2014 y 2015 se evaluarían con un 5%; los de 2016 y 2017, con un 10%; de 2018 y 2019, con un 15%; y entre los años 2020 y 2021, con un 25%. Además, las bases dejaban establecido que las ofertas de camiones previos al año 2014 serían rechazadas y las de años distintos se promediarían, no haciendo mención al año 2022 en curso.
En este ítem la oferta de Cosemar incluía camiones y vehículos nuevos, cero kilómetros, del año 2022, ya que estos se adquirirían una vez adjudicada la concesión. Por su parte, la empresa Servimar ofrecía camiones usados, del año 2020.
La revisión de ambas ofertas significó que el Municipio de Manuel Macaya le otorgara una nota 0 a Cosemar, aunque ofrecía camiones nuevos, mientras que Servimar se quedó con un puntaje de 25, a pesar de que los camiones ofrecidos eran usados, situación que terminó por inclinar la balanza a favor de la segunda empresa, pues en los otros ítems mantenían una puntuación similar.
Y es que con un 25% a 0% en contra por «Año de los camiones», el resto de los criterios evaluados fueron los siguientes: en «Precio», Cosemar obtuvo un 49,83% y Servimar un 50%; en «Cumplimiento de formalidad de la oferta», ambas empresas se quedaron con un 10%; y en «Condición de empleo y remuneración», Cosemar S.A. recibió un 15% contra un 2% de Servimar.
La Contraloría confirma que Cosemar «cumplió con el correcto llenado del formulario», al adjuntar la aclaración de que los camiones serían del 2022 y adquiridos una vez adjudicada la licitación, sin embargo la Municipalidad de Collipulli argumentó su decisión de no otorgarle puntaje (0%) explicando que «se exigía acompañar el padrón de los camiones, lo que dicha empresa no pudo cumplir por tratarse de vehículos que aún no serían adquiridos».
PRONUNCIAMIENTO DE CONTRALORÍA
Una vez analizados todos los antecedentes, el ente que fiscaliza a los órganos del Estado determinó que la exigencia del Municipio de Collipulli, en orden a requerir que los oferentes cuenten con los vehículos antes de la adjudicación, «transgredió el principio de libre concurrencia de los oferentes».
Esto –expone la Contraloría de La Araucanía– al «significar una barrera de entrada a la participación de más empresas que pudieran ofrecer mayores alternativas a la Administración del Estado para contratar», por lo que la oferta de Cosemar, en el factor «Año de los camiones», «sí debió ser evaluada, considerando el cumplimiento de dicho criterio».
De esta manera, luego que el órgano de control afirmara que sí se debió haber evaluado a Cosemar en el ítem de los camiones, en el que ambas empresas hubieran quedado con un puntaje de 25, en la sumatoria final la balanza se hubiera inclinado a favor de dicha firma y no hacia Servimar, como finalmente lo estableció el Municipio.
INVALIDACIÓN DEL PROCESO
Ello, según la Contraloría, se traduce en que «la combinación más ventajosa para los intereses del Municipio» –teniendo en cuenta las condiciones ofrecidas y las exigencias de las bases– «correspondía a la oferta presentada por Cosemar S.A.».
En consecuencia, este hecho obedece a un «vicio de fondo» el cual, según el órgano fiscalizador, «reviste una entidad suficiente como para haber alterado el resultado de la adjudicación que se reclama», razón por la que ordenó a la Municipalidad de Collipulli «iniciar un proceso de invalidación», debiendo informar con documentos la decisión adoptada, en un plazo de 20 días.
Con todo esto, la casa edilicia tiene poco margen y tiempo para responder a las irregularidades detectadas y evitar que se hagan efectivas las responsabilidades administrativas, por medio de sumarios o juicios de cuenta en contra de quienes resulten responsables de no corregir estos graves hechos que perjudican tanto a las arcas financieras del Municipio como a los propios vecinos, por la importancia que tiene para la comunidad el servicio de recolección de basura.
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