En relación con las declaraciones que hizo el día martes 5 de abril en un medio radial afirmando que: “»Si algún día se acabara la industria forestal en Chile, la posibilidad de solucionar el conflicto entre la nación-pueblo mapuche y el Estado de Chile avanzaría muchísimo«, deseamos manifestarle nuestro absoluto desacuerdo con sus expresiones y nuestra preocupación cuando quien emite esas declaraciones es una persona que ejerce una importante labor pública, como es la de legislar.
Atribuir la responsabilidad de un conflicto a una actividad específica, como es la industria forestal, puede ser una hábil estrategia comunicacional. Crear un enemigo para aglutinar fuerzas tras determinada bandera de lucha es una acción de manual en estos casos, por lo mismo, la simplicidad del argumento puede ser entendible en quienes buscan precisamente construir una épica reivindicatoria; pero no es entendible en una autoridad que debe analizar el conflicto desde todas sus dimensiones y aristas.
La industria forestal a la que Ud. alude, es el principal actor en el desarrollo económico de estas regiones e involucra a miles de micro, pequeñas y medianas empresas de bienes y servicios agroforestales, transporte, ingeniería y logística e industria de la celulosa, papel y maderas, generando empleo sobre 300.000 trabajadores directos e indirectos entre el Maule y Chiloé y a lo cual se agregan otros 300.000 más en el resto del país, definiendo que cerca de 2,5 millones de chilenos dependen de este sector, considerando desde la construcción, al pequeño microempresario mueblista, por citar algunos aspectos relevantes.
Los bosques cultivados mejoran la degradación de los suelos, utilizándolos en su verdadero uso sustentable y es el gran conservador de agua dulce. Ha contribuido con creces a conservar el bosque nativo, a infiltrar el agua y proteger la biodiversidad. Es la actividad más importante que ha contribuido al desarrollo sostenible rural, aportando al bienestar de todos los chilenos
Sus afirmaciones carecen por completo de empatía con todos quienes se desempeñan en la actividad forestal y que han sido afectados por la violencia. En especial los contratistas y trabajadores forestales, muchos de ellos mapuches, amenazados, atacados, muertos o heridos en una situación que se arrastra por años sin solución.
La industria forestal no desaparecerá de Chile, ni de la Región de La Araucanía. La actividad forestal es estratégica para el país y de carácter renovable, con un rol relevante en la descarbonización de la economía y en la lucha contra el cambio climático.
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