La jornada está organizada por el Comité Intercultural de la casa de estudios que busca generar espacios de valor y conversación en torno a la cultura mapuche.
Tradición ancestral que trae energías renovadoras de la naturaleza para dar paso a un nuevo ciclo y comienzo. Se trata del We Tripantu; We, nuevo; Tripantu, año. El Año Nuevo del pueblo mapuche se celebra todos los años el 21 de junio, día que coincide con el solsticio de invierno, un fenómeno astronómico interpretado por esta cultura ancestral como el renacer de la vida.
Cuentos, leyendas e historias transmitidas por generaciones. Respeto y valor a los antepasados y a las entidades superiores, es parte de la cultura y tradición del pueblo originario más notorio del país, tanto por su peso social como demográfico.
COMITÉ INTERCULTURAL
En este marco y con la finalidad de aperturar un espacio relevante para dar a conocer y recibir la sabiduría ancestral de las diversas culturas, se creó en Santo Tomás Temuco el Comité Intercultural, presidido por la rectora de la casa de estudios, Rosemarie Junge, la Unidad Académica de Formación e Identidad, la Dirección de Asuntos Estudiantiles y principalmente por estudiantes de la institución, quienes demuestran el compromiso por la interculturalidad.
“Como institución buscamos permanentemente tener instancias de encuentro y diálogos interculturales. Me parece realmente importante e interesante formar parte de desafíos y proyectos que aporten y tengan significado para nuestra región de La Araucanía. Debemos reconocer que somos un país diverso y que todas las culturas que cohabitan en este país son igual de respetables” mencionó la rectora.
CELEBRACIÓN
Contemplando al canelo, árbol sagrado, conocido como la conexión de la machi con la espiritualidad y newen, comenzará la rogativa a cargo de la María Lielmil, machi de la comunidad Chilca Colillan, quien iniciará la celebración del We Tripantu en sede Santo Tomás Temuco este jueves 23 de junio, actividad organizada por los estudiantes pertenecientes al Comité Intercultural.
“El canelo es nuestra planta medicinal. En toda nuestra vida está presente, es un árbol respetado. En este caso es el punto de conexión, un lugar de ñellupue (oración) para nuestra machi” sostiene Leftraro Marileo Colimil, joven mapuche estudiante de la carrera de Enfermería de la Universidad Santo Tomás Temuco.
“El We Tripantu es una fecha muy importante para nosotros como pueblo mapuche, nuestro verdadero Año Nuevo. Históricamente a las niñas en esta época se les perforan las orejas para sus primeros chawai (aros) y a los niños se les entregan sus primeros makuñn (manta) que es parte de su paso de niño a hombre. Es una fecha de mucha reflexión, de historia y conversaciones entre la gente mayor y los niños de nuestra comunidad” destaca el estudiante.
VÍNCULO
Leftraro, nació y vivió sus primeros años de vida en la comunidad de Temucuicui. Hoy a sus 37 años vive en la comunidad de Tricauco, Ercilla, donde vivió su padre y abuelo.
Actualmente el estudiante de Santo Tomás, miembro del Comité Intercultural, une la medicina ancestral con lo que aprende diariamente en sus clases, invitando a su comunidad a unir ambos mundos para crecer en conjunto.
“Soy un joven mapuche que salió del campo a la ciudad a estudiar. Estoy en tercer año de la carrera de enfermería y el estar en la ciudad y aprender de ella también ha sido un proceso especial. El hecho de estudiar acá y llevar ese conocimiento al campo ha sido importante para crear un vínculo entre ambas medicinas. Debemos abrirnos de mente y entender que nos debemos complementar”.
Uno de los primeros acercamientos a su cultura dentro de la institución fue a través de la asignatura Lengua y Cultura Mapuche, impartida por la docente Marlene Opazo, quien desde hace 10 años dicta la materia, siendo un puente de conexión entre sus estudiantes.
“Fuimos bastante visionarios, una de las primeras instituciones regionales en levantar una propuesta de aproximación a la lengua y cultura mapuche con un enfoque intercultural para los profesionales en formación” precisó Opazo haciendo énfasis en que “aquí derribamos mitos, estereotipos y conocemos la experiencia de cada estudiante, lo esencial es aprender y conocer la lengua y cultura. No hay prejuicios. La demanda de estudiantes ha sido importante, pero más aún la calidad de quienes llegan, eso hace que la asignatura permanezca y vaya creciendo con enfoques diversos, es fascinante”.
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