La ejecución del proyecto comenzó en la Región de la Araucanía, Isabel Benjumeda, psicóloga y Marcela García, matrona, fueron las ganadoras del CORFO 2023, quienes lograron encontrar la mezcla perfecta entre la digitalización y la innovación en salud.
La digitalización llegó en todo ámbito. Esta vez la innovación apuntó directamente a una de las principales causas de muerte en la población femenina, el Cáncer Cervicouterino (CaCu). Actualmente el examen que permite diagnosticar con prevalencia la presencia de células cancerígenas es el PAP (papanicolaou), pero la piedra de tope que encontraron dos profesionales de la salud fue el tiempo de entrega de resultados, la subjetividad del análisis y el tiempo de espera de éstos.
La ejecución del proyecto comenzó en la Región de la Araucanía, Isabel Benjumeda, psicóloga y Marcela García, matrona, fueron las ganadoras del CORFO 2023, quienes lograron encontrar la mezcla perfecta entre la digitalización y la innovación en salud. “Como matrona clínica desde hace 4 años en la Araucanía, advertí que la entrega de estos exámenes era mucho más lenta, siendo que es una zona que tiene las mayores cifras de cáncer cervicouterino en el país. Esto se debe a la distancia, la ruralidad y el poco acceso a la salud, es por ello que enfocamos nuestro proyecto en este lugar como primer paso”, destacó García, cofundadora del proyecto.
En América Latina las cifras de mortalidad ascienden a 32.000 mujeres por cáncer de cuello uterino, según cifras publicadas en OPS (Organización Panamericana de la Salud). Según las guías clínicas del Ministerio de Salud en Chile (2006), el diagnóstico precoz y la detección temprana son la intervención más eficiente y costo efectivas, así como automatizar el análisis de los resultados de las muestras de PAP, es una manera de disminuir la mortalidad de las mujeres por esta enfermedad.
En Chile es la segunda causa de muerte de la población femenina y actualmente obtener los resultados demoran mínimo 4 semanas. Esta innovación tecnológica promete mejorar la eficiencia y reducir considerablemente los tiempos de espera.
“Digitalizar las muestras del PAP creando una base de imágenes que servirá para comenzar a desarrollar un software que permitirá la detección temprana del CaCu de forma rápida, objetiva y accesible. Los profesionales capacitados para la lectura de estas muestras podrán acceder a esta base, obteniendo con facilidad los datos clínicos de la paciente, y poder así entregar un diagnóstico certero y objetivo”, finalizó Benjumeda, también cofundadora del proyecto.
La iniciativa comenzará en Pucón, para luego trasladarse a Puente Alto, quienes junto a la Corporación Municipal serán los primeros en utilizar la plataforma. Su proyección es tanto a nivel nacional como internacional. Las fundadoras destacaron que pese a existir programas de prevención del Cacu, estos son insuficientes debido a la falta de información y reticencia a la toma de las muestras.
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