65 personas de la IX región recibieron certificación de competencias laborales
La iniciativa incluyó a personas de programas de los municipios de Antofagasta, Santiago y varias comunas de La Araucanía, además de integrantes del sistema ONU Mujeres y del SENAMA, en el que se les reconocieron las competencias laborales en cuanto a conocimiento y experiencia de las necesidades que requieren niños(as), adultos mayores, personas enfermas y aquellas en situación de dependencia.
Con la certificación de competencias laborales de ChileValora a 65 cuidadores(as) primarios(as) pertenecientes a la Región de La Araucanía, el lunes 3 de julio culminó el proceso masivo de certificación de competencias laborales en dicho perfil, impulsado por el Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) a través del sistema ONU Mujeres. La iniciativa permitió reconocer formalmente por parte del Estado los conocimientos, destrezas y habilidades de 200 personas que se desempeñan en labores de cuidado en las regiones de Antofagasta, Metropolitana y La Araucanía. La instancia fue financiada por el Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (SENCE) y fue acreditada por ChileValora, servicio público dependiente del Ministerio del Trabajo y Previsión Social.
En el marco de los proyectos MPTF (Multi-Partner Trust Fund), la plataforma Mujeres Emplea del Sistema ONU gestionó la iniciativa que buscó incrementar la participación de las mujeres en el mundo laboral y promover el acceso a los servicios de cuidado, para potenciar la recuperación de la crisis socioeconómica que dejó la pandemia.
Para ello, ChileValora, junto al centro evaluador de la Universidad Técnica Federico Santa María, Naciones Unidas Chile, Senama y municipios de las regiones Metropolitana, Antofagasta y Araucanía coordinaron la ejecución de procesos de certificación de competencias de Cuidadores(as) Primarios(as). El proceso comenzó en la Región de Antofagasta, allí 28 mujeres que se desempeñan como cuidadoras primarias certificaron sus competencias laborales. Luego, 107 lo hicieron en Santiago (104 mujeres) y finalmente en la Región de La Araucanía 65 personas, de las cuales 59 son mujeres.
En la novena región, cuidadores(as) de Angol, Collipulli, Cunco, Curacautín, Gorbea, Loncoche, Melipeuco, Nueva Imperial, Padre Las Casas, Temuco, Toltén, Traiguén y Victoria fueron evaluados(as) durante varios meses en las unidades de competencias laborales establecidas en el perfil ocupacional elaborado por ChileValora, el que establece el estándar necesario que deben cumplir quienes se desempeñen en el área y que considera la entrega de servicios de cuidados primarios, asistencia en las actividades de la vida diaria y ejecución de acciones orientadas al mantenimiento y mejora de la salud tanto de niños(as) como de adultos mayores y personas dependientes.
La ceremonia de certificación se desarrolló en el Centro Cultural de la Municipalidad de Padre Las Casas y contó con la presencia de diversas autoridades, entre ellas, la secretaria ejecutiva de ChileValora, Ximena Rivillo; la coordinadora regional del Senama, Paula Méndez; la consultora de ONU Mujeres, Marietta Gedda. Además de autoridades locales como el delegado presidencial en La Araucanía, José Montalva; la seremi del Trabajo y Previsión Social, Claudia Tapia; la seremi de la Mujer y Equidad de Género, Sol Kaechele; el seremi de Hacienda, Ronald Kliebs; y el director regional (s) de Sence Alex Redel.
Al respecto, el delegado presidencial de la región, José Montalva, fue enfático en señalar que este reconocimiento formal por parte del Estado es “fundamental para dotar de dignidad, justicia y visibilidad a las personas que se dedican a los cuidados”, debido a que esta actividad por su naturaleza no siempre es remunerada y reconocida como un trabajo.
Además, el proceso de certificación está en concordancia con la aspiración del gobierno del Presidente Boric de contar con un Registro Nacional de Cuidadores(as). “Actualmente el Sistema está en formación y la demanda de la ciudanía en cuanto a los cuidados primarios exige que se le dé valor a esta labor que mayoritariamente realizan mujeres, en ese aspecto la importancia de la certificación es porque es un instrumento que les permite fortalecer su inserción laboral”, señaló la seremi de la Mujer y la Equidad de Género de La Araucanía, Sol Kaechele.
Mientras que la secretaria ejecutiva de ChileValora, Ximena Rivillo, hizo hincapié en los beneficios de la certificación laboral:”Este proceso le entrega valor al trabajo de las personas, mejora sus posibilidades de empleabilidad y reconoce la experiencia que poseen, pero también entrega certezas a quienes dejan a sus familiares a cargo de otros y otras. La certificación de competencias laborales asegura que un trabajador o trabajadora sabe hacer lo que el puesto laboral requiere y eso aumente la competitividad y productividad de una empresa, fábrica, restaurante o casa de acogida de adultos mayores”.
Quien también manifestó su opinión después de la ceremonia de certificación fue la seremi del Trabajo y Previsión Social, Claudia Tapia: ”En este gobierno el Sistema Nacional de Cuidados es un compromiso y tiene variables, una de esas es reconocer las labores que los cuidadores(as) realizan, porque es cierto que esta labor a veces es invisibilizada y la certificación de competencias laborales reconoce lo que saben hacer, pero además les permite mejorar su trayectoria laboral con mejores herramientas”.
“Para el SENAMA, es muy importante participar en este proceso de certificación, concretando a través de la certificación a las y los cuidadores y a la vez avanzamos en profesionalizar un rol que por mucho tiempo han desarrollado pero que ha permanecido invisibilizado. Nuestra sociedad envejece de manera acelerada, y es fundamental contar con personas que posean las herramientas necesarias para otorgar cuidados a las personas mayores”, añadió Paula Méndez, coordinadora regional de la entidad cuya función principal es mejorar la calidad de vida de las personas mayores del país.
Entre quienes completaron el proceso exitosamente, Mónica Seguel de Angol destaca por la trayectoria como cuidadora, se formó en el Hogar de Cristo hace 25 años y considera “que el Estado reconozca lo que sé hacer, me emociona y me llena de orgullo personal”. Asimismo, Daniela Garcés, quien trabaja en un programa de Senama de cuidados domiciliarios en Collipulli, comparte la opinión de que “este trabajo estaba muy invisibilIzado, hay gente que cuida familiares y nuca le han reconocido eso como trabajo, por eso la certificación es importante, visibiliza nuestra labor”.
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