PINDA: La importancia de este Centro Oncológico para los niños, niñas y adolescentes del Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena

imagen 1 (1)Este 15 de febrero se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el Cáncer Infantil, el cual tiene como objetivo concientizar a la población sobre la detección temprana de esta enfermedad, ayudando significativamente a tener un mejor diagnóstico y, por ende, un óptimo tratamiento.

Actualmente, en el sistema de salud se atiende al 80% de niños, niñas y adolescentes (NNA), y se diagnostican al año entre 490 y 500 nuevos casos en el país, cifras que corresponden al 1% total del cáncer, pero pese a que puede ser una cifra baja o por debajo del promedio, tiene un enorme impacto en las familias.

Por lo mismo, para tratar el cáncer infantil y mejorar la calidad de vida de las y los niños, es que en 1988 se creó el Programa Infantil Nacional de Drogas Antineoplásicas (PINDA), mismo que hoy en día se encuentra en 14 diferentes centros asistenciales del país, siendo el Hospital Dr. Hernán Henríquez Aravena (HHHA) uno de ellos.

El espacio busca favorecer el tratamiento de las y los usuarios, y su importancia radica en que acá se logra atender a los niños, niñas y adolescentes desde el diagnóstico, hasta el posterior seguimiento de la enfermedad. El Centro Integral PINDA, Servicio de Pediatría del HHHA, igual aporta con ayudas en lo que respecta a la coordinación con las unidades básicas, de apoyo y red asistencial y está conformado por nueve enfermeras, seis TENS, cinco oncólogos infantiles y un auxiliar.

La Doctora Carolina Abarzúa, Hemato- Oncóloga del HHHA, comentó que en la unidad reciben entre 30 a 35 casos nuevos al año, añadiendo que tienen “la peculiaridad de que gran parte del tratamiento se hace de manera ambulatoria”. Además, el centro cuenta con el apoyo de distintas ONG y fundaciones, e incluso, con apoyo de coordinadoras del hospital tradujeron su página al Mapudungun y Creole con el fin de llegar a todas las familias.

Cabe destacar que, cuando las y los usuarios cumplen con sus tratamientos de quimioterapias, siguen con controles médicos hasta 10 años después, lo cual se le denomina seguimiento. Este es un punto importante en este centro integral, ya que se busca que el paciente tenga una reintegración favorable en la sociedad.

Seguimiento a paciente oncológico

Los cánceres infantiles más comunes son la Leucemia, tumores en el Sistema Nervioso Central y Linfomas, y actualmente en Chile, el 80% de los niños, niñas y adolescentes que padecen una de estas enfermedades tiene cura. Este es el caso de Mankian Cheuquepan Cifuentes, quien a la corta edad de dos años fue diagnosticado con leucemia linfoblástica aguda, el cual es un tipo de cáncer donde la médula ósea produce muchos linfocitos inmaduros.

Para Ángela Cifuentes y su esposo fue muy duro afrontar esta situación, ya que al ver a su hijo padecer esta enfermedad era algo inexplicable. Sumado a la poca información que manejaban como familia, les generó una incertidumbre acerca del futuro de su hijo. Fue ahí que los derivaron al HHHA y en la Unidad Hemato-Oncología Infantil les entregaron todas las herramientas y acompañamiento para contraponerse a esta difícil situación.

Mankian estuvo hospitalizado dos años recibiendo quimioterapia de manera oral y vía catéter, estando siempre al cuidado de la unidad y de sus padres, quienes tuvieron que dejar su vida en el campo para trasladarse junto a sus otros dos hijos a la ciudad. Y tras años de tratamiento, él pudo salir airoso y en el 2016 fue dado de alta, comenzando la etapa de seguimiento, eslabón importante en el centro PINDA.

Todo paciente oncológico, luego de ser dado de alta, entra a seguimiento tardío, el cual dura hasta los 18 años de edad. “En esta etapa se observa al paciente y se controla los efectos secundarios que les puede dejar las quimioterapias”, así lo explicó el Doctor Hammerd Cotrina, pediatra del HHHA y encargado de Unidad de Paciente Paliativo Pediátrico. A la vez, el médico recalcó que actualmente hay entre 130 a 160 niños en seguimiento.

Mankian tras ser dado de alta presentó problemas de audición y de retención en el aprendizaje. Sin embargo, su madre recalcó que, pese a todo, “es un niño muy respetuoso, alegre y sigue haciendo su vida normal, como cualquier niño de su edad”. En la actualidad está pronto a comenzar octavo año básico y gracias a que tiene una educación integral y que sus doctores le hacen controles constantemente, él podrá asistir y disfrutar de sus clases y de los juegos con sus amigos sin problemas.

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