Comienzo a escribir este artículo y lo hago con tristeza por la irreparable pérdida del Presidente Sebastián Piñera.
En el año 2010 fui nombrado por él como gobernador de Malleco y posteriormente como Seremi de Agricultura de La Araucanía, un honor, una experiencia inolvidable.
El Presidente Piñera era un tremendo ser humano, gran persona, trabajador, un hombre todoterreno, 24/7, capaz de ir al lugar donde se producían incidentes o emergencias a los minutos o las horas, suspender vacaciones, si así era necesario.
Con La Araucanía tuvo gestos importantes y un dato que muchos no reparan es que cuando asume su segundo periodo, su primera visita como mandatario la hizo a la región, con gran parte de su gabinete.
A eso debemos sumar como hizo las gestiones para ir reconstruyendo Chile después del terremoto del 2010, como puso en pie al país frente a catástrofes naturales, nunca dándose por vencido como fue el caso del rescate de los mineros o bien como pudo manejar la pandemia y ganar el reconocimiento en muchos países por lo que hizo en ese duro momento que se vivía en todo el mundo.
No podemos olvidar de las críticas despiadadas en el marco del estallido social, donde a pesar de todo lo que dijeron de su gestión como mandatario, sacó fuerzas e igual tuvo la capacidad de conducir el país, cuando los delincuentes lo único que querían eran destruir al país y él no dejó que eso ocurriera.
Hoy y después de todo lo que vimos en TV, de la gran cantidad de personas que llegaron a desearle el último adiós o quienes enviaron mensajes de despedida desde nuestro país y el resto del mundo, sólo se sacan como conclusiones, el reconocimiento, el respeto y el legado de Sebastián Piñera que perdurará por años e incluso con el beneplácito de quienes fueron sus opositores.
Descanse en paz Presidente Piñera y sepa que su nombre es el de un gran mandatario que deja un legado importante, por gestión y por su calidad humana y eso no pocos lo cuentan.
Por Jorge Rathgeb Schifferli
Diputado por La Araucanía
Presidente Regional de RN
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