“Quién va a querer invertir en una región con este grado de inseguridad», advierte la legisladora._
«Como un deterioro evidente y consumado de la compleja situación económica y social que atraviesa La Araucania», calificó la Senadora Carmen Gloria Aravena, las cifras del último informe del Termómetro laboral del Observatorio Laboral, elaborado por el Instituto de Desarrollo Local y Regional (Ider), de la Universidad de La Frontera, que estableció que el empleo informal en la región llegó al 37,8%.
Se trata de un dato revelador, porque se sitúa un 10% arriba del promedio nacional, situando a La Araucanía en el primer lugar a nivel nacional.
«Es un triste récord, que sólo reafirma la vulnerabilidad y precariedad en la que vive una parte importante de la población en la región, donde 1 de cada 3 personas está en la informalidad, con empleos precarios, viviendo el día a día y sin ningún resguardo en materia de seguridad social», puntualiza la Senadora Aravena.
Para la legisladora, esto es consecuencia, principalmente de la violencia terrorista instalada en la región hace 27 años, «que es crónica y ahuyenta a los inversionistas y a todo aquel que quiere desarrollar un proyecto y generar empleo», agregó la congresista.
«Esto ha afectado a áreas tan importantes para la economía local, como son el sector forestal, la agricultura y el industrial, al punto que en el rubro forestal no hay proyectos contemplados en el corto y mediano plazo, donde los principales actores están prefiriendo invertir en otros lados, incluso fuera de Chile», enfatiza Carmen Gloria Aravena.
Otra consecuencia de este escenario, advierte la Senadora por La Araucania, es que «junto con el empleo informal, se va deteriorando la economía formal y se perjudica a los emprendedores y al comercio, que deben competir en condiciones desventajosas, porque ellos deben pagar impuestos, cotizaciones, permisos y asumir distintos costos, que los informales no, por lo que se va deteriorando la actividad».
La legisladora atribuye esto a «la industria de la violencia que han montado las orgánicas radicales en la región, destruyendo la iniciativa privada, usurpando y cometiendo crímenes que impiden el desarrollo de la región».
«Para revertir este escenario se debe restablecer el estado de derecho y el imperio de la ley en La Araucanía. Generar las condiciones de seguridad que devuelvan la confianza y los incentivos para que los inversionistas estén dispuestos a apostar nuevamente en la región», concluyó la Senadora Aravena.
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