Con profundo respeto y emoción, la Segunda Compañía del Cuerpo de Bomberos de Temuco conmemoró este domingo el primer aniversario del fallecimiento de su voluntario mártir, Javier Jara Saravia, quien perdió la vida el 2 de noviembre de 2024 mientras cumplía con su guardia nocturna en el cuartel de la compañía.
La ceremonia se inició en el Cementerio General de Temuco, en el mausoleo institucional, donde familiares, amigos y camaradas de Javier depositaron ofrendas florales en su memoria. En el lugar también participó una delegación de la Primera Compañía, encabezada por su director, Christian Fernández, quienes se sumaron al homenaje.
El joven bombero, de solo 27 años, había ingresado a su guardia cuando sufrió un paro cardiorrespiratorio. Pese a los esfuerzos de reanimación de sus compañeros, varios de ellos con formación paramédica, lamentablemente falleció en el recinto bomberil. Su partida generó un profundo dolor en toda la institución y lo convirtió en el segundo mártir de la Segunda Compañía —tras Sócrates Leiva Cabezas, fallecido en 1949 durante un incendio— y en el noveno bombero caído en acto de servicio en la historia del Cuerpo de Bomberos de Temuco.
Tras los honores rendidos en el camposanto, los asistentes se trasladaron al cuartel segundino, ubicado en calle Bulnes 0135, a pasos del cerro Ñielol, donde se descubrió una placa conmemorativa en recuerdo del voluntario. Posteriormente, se efectuó una sesión solemne en la sala de sesiones del segundo piso, instancia en la que se leyó una carta enviada por la familia de Javier, expresando su gratitud hacia la institución y sus compañeros.
El comandante del Cuerpo de Bomberos de Temuco, Claudio Fuentes, destacó el valor del homenaje y la importancia de mantener viva la memoria del joven mártir.
“Nos sumamos a este sentimiento de tristeza, pero también de recuerdo y enseñanza. Las nuevas generaciones deben empaparse del ejemplo que nos dejan nuestros bomberos y mártires”, expresó el oficial.
Por su parte, el director de la Segunda Compañía, René Vargas, señaló que esta jornada buscó reunir a toda la familia segundina en torno al recuerdo.
“Javier estuvo poco tiempo en la compañía, pero logró generar lazos de amistad y afecto. Hoy lo recordamos con cariño, agradeciendo a su familia por permitirnos mantener viva su memoria”, afirmó.
Con un minuto de silencio y el sonido de la campana institucional, los segundinos de Temuco cerraron esta emotiva jornada, reafirmando con su presencia en esta solemne ceremonia, su compromiso con el servicio a la comunidad y el legado de sus mártires.
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