«La prioridad es canalizar la violencia hacia el sabotaje», expresó el líder de la CAM, quien llamó a concentrar los actos hacia insumos y maquinarias, “no podemos andar quitando la vida, no va con nuestra ética”.
La ministra vocera, Camila Vallejo, afirmó que como Ejecutivo «hemos fijado una posición» y descartó una querella contra Héctor Llaitul tras sus últimas declaraciones sobre posible sabotaje a maquinarias.
Las declaraciones de la secretaría de Estado surgen tras los dichos del fiscal nacional, Jorge Abbot, quien aseguró que para abrir una investigación contra el líder de la Coordinadora Arauco Malleco «se necesita una querella del Gobierno» bajo el amparo de la Ley de Seguridad del Estado.
En conversación con CNN Chile, la vocera indicó: «Hemos fijado una posición y en esto no hay cambios al respecto. Hay investigaciones en curso y hay querellas presentadas, y por lo tanto esperamos que respecto a estos delitos o posibles delitos sea la Fiscalía la que determine las acciones y las responsabilidades».
A pesar de la postura fijada, Camila Vallejo afirmó que si las amenazas de Llaitul se concretan «evidentemente es constitutivo de delito. Ahora eso lo tiene que determinar la investigación del Ministerio Público». En esa línea, aseguró que el Gobierno siempre está analizando todos los escenarios en la macrozona sur: «Cuando decidamos realizar otro tipo de acciones la vamos a comunicar. Pero por ahora, ya hay querellas contra la CAM».
Ello pese a que el líder de la CAM ha reconocido actos violentistas de sabotaje y reconoció que hay “argumentos sólidos” para atentar contra escuelas e iglesias. Para Llaitul, según expresó pos muerte del joven santiaguino Pablo Marchant, quien participaba de una ORT (Órgano de Resistencia Territorial) de la CAM: “vamos a obrar como organización de la causa mapuche, lo haremos en un sentido. Porque nosotros somos mapuche revolucionario, autonomistas, y no creemos en la Justicia chilena”.
Recordar que el joven Pablo Marchant falleció tras un enfrentamiento con carabineros el 9 de julio de 2021, luego de que un grupo de encapuchados –entre los que se encontraba Marchant, acompañado de uno de los hijos de Llaitul (se presumió inicialmente que el fallecido sería este último)– se encontraban realizando acciones de sabotaje en el fundo Santa Ana de Forestal Mininco, en Carahue. El atentado terminó con maquinaria quemada, un trabajador herido a bala y uno de los atacantes fallecidos: Pablo Marchant.
Desde la delegación presidencial en el Biobío, aseguraron que perseguirán los delitos, pero no hubo un pronunciamiento claro respecto a los dichos del líder de la CAM.
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