Enzo M. Escobar Balocchi.

Yo estoy consciente de que el país está entrando a una etapa de crecimiento muy fuerte, como nunca se había producido antes y también de que el tema de la creciente demanda de recursos energéticos es una realidad y que el sector empresarial e industrial es el motor principal para su empuje y este es el que más está consumiendo.
Pero en el caso de la comuna de Angol, a la cuál yo pertenezco, a pesar de que la oposición a los proyectos de energía está tratando de ser desestimada, adjudicandosele el sello de “ecologismo apasionado”, bajándose el perfil real de las cosas, considero objetivamente en este caso que si hay una verdadera vulnerabilidad no solamente hacia nuestra naturaleza, sino que también hacia nuestra población.
Quizas para quienes son de afuera el caso del río Picoiquén no pase a ser mas que mera oposición, pero para nuestra comuna el tema del agua significa vida para un pueblo que está creciendo, pero que también está bajo constante amenaza por el tema del deficit progresivo y sostenido de lluvias, este año al igual que últimos anteriores en varias partes del sector que incluye comunas como Los Sauces, ya han habido problemas de abastecimiento de Agua.
Esto se está cursando debido a fenómenos como el cambio climatico, efectos de los fenomenos del niño y de la niña, pero también está incidiendo fuertemente las malas prácticas de manejo y producción de las tierras, en parte del sector campesino, más la fuerte actividad del sectór forestal en la zona,en las últimas décadas.
La falta de vegetación contínua (a pesar de que se replanta con pinos y eucaliptos, inside en las altas temperaturas, porque estamos dentro de una hoya hidrográfica, acelerando y contribuyendo a dichos efectos, es comparable a la diferencia entre caminar en un día de calor por el cesped y por vermas con cemento sin árbol alguno.
Una serie de eventos negativos que ocurrieron en la cuenca del río que nos abastece como la fuerte tala de una enorme extensión de pinos de 30 años, posteriormente un incendio que afectó a dicha cuenca, en donde se consumieron más de 2.000 hás de plantaciones de pino en crecimiento, así como de quebradas con bosque nativo, sucedido por un reemplazo por eucaliptos y una fuerte implementación de caminos, deterioraron la calidad de las aguas, así como el estado de la cuenca poniendo en jaque la continuidad y la seguridad de este recurso.
En base a estos hechos, no debería hacerse ninguna intervención más que atente contra la salud del río, a pesar de esto siguen habiendo talas de plataciones, que si bien son solo especies exóticas que se pueden replantar, generan así como la implementación de caminos para facilitar dichas extracciones el arrastre de suelos hacia el rio cada vez que llueve antes de llegar a la comuna.
Aqui no sólo se esta produciendo un daño ambiental de envergadura, sino que ahora debido a la delicada situación que se vive aqui, más el hecho de que Angol fué una de las comunas que más gravemente fué afectada por el terremoto (exceptuando las zonas costeras afectadas por el posteriór tsunami),se está atentando contra el desarrollo de dicha comuna y también contra la dignidad humana, lo peor de todo es que mucha gente incluida la de Angol no está dimensionando la gravedad de la situación, a pesar de que se dijo de que el agua que ocupará la central no generará polución cosa que estoy de acuerdo, y de que la central estará activa solo en épocas de cota alta, nada garantiza de que surga algun problema a futuro. No hay que confundir la polución con la destrucción.

Enzo M. Escobar Balocchi.
Técnico universitario forestal.
Dibujante paisajista.

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